Vivimos tiempos en los
que los detalles se valoran mucho y por eso me ha venido a la memoria este
artículo publicado el pasado noviembre, en el que hablábamos de los detalles
que mejoran una sociedad, porque los domingos en Desde el Caballo de las
Tendillas son para recordar…
Varias veces he hablado
en Desde el Caballo de las Tendillas sobre la mala educación y la actitud
incívica de algunas personas en la calle; y ayer me tocó contemplar otro
episodio de estas características. La verdad es que acostumbrado a ver tantas
cosas, algunas
ya contadas, esta que voy a compartir con vosotros tampoco
es muy relevante, pero sí bastante significativa.
Resulta que volvía a casa
después de recoger a mi hijo del colegio, a eso de las dos y cuarto de la
tarde, y en una calle venía una mujer frente a nosotros, que tuvo la mala
suerte de pisar una tapa de un registro de agua de esos que hay en las aceras,
levantándola, a ella no le pasó nada, se paró se miró el tacón, miró la tapa
que se había salido dejando a la vista un hueco, con el consiguiente peligro, y
continuó tan alegre. Estuve por recriminarle su acción, pero preferí callar y
empujar la tapa con mi pie, volviendo a tapar el agujero.
Esta historia a muchos os
parecerá una tontería, pero esa mujer, con su actitud, podría haber provocado
que un tercero se hubiera hecho daño al tropezar con el hueco del registro de
agua. Ella, sin embargo, únicamente se preocupó por su zapato de tacón (un poco
feo, por cierto), sin agacharse ni diez segundos a colocar de nuevo la tapa.
Para mí este es un claro
ejemplo de cómo está la sociedad, de lo poco solidarios que somos y de lo poco
que pensamos en los demás. Y luego le exigimos a los políticos, por ejemplo,
cuando los políticos son solo un ejemplo de nuestro proceder, de la sociedad en
sí misma.
A esta señora no la
conozco, de hecho ni siquiera la podría reconocer, pero no me extrañaría que
sea de las que luego da lecciones de moralidad a los demás y critica a los
políticos por incivismo y falta de respeto a la sociedad, sin darse cuenta que
ella, con su actitud, también ha tenido una falta de respeto y de civismo. Si
todos, en esas pequeñas cosas, nos comportáramos pensando en los demás las
cosas serían muy diferentes. Y es que estos pequeños detalles son los que
mejoran una sociedad.
Tienes mucha razón. En los pequeños detalles está la salsa de nuestra vida. A veces sencillamente no nos damos cuenta, pero con demasiada frecuencia nos preocupamos solo de lo que nos pasa a nosotros.
ResponderEliminarEn cuanto a los políticos, no tengo nada claro si nosotros somos un reflejo de ellos o al revés. Desde luego, ¡ejemplo dan muy poco!.
Saludos