domingo, 22 de septiembre de 2013

Y QUE SEPA TOCAR EL VIOLIN, por @PitiFerrer


Nunca me pude imaginar que era necesario ser una virtuosa de un instrumento de cuerda tan complicado de tocar como el violín para conseguir un pedazo de trabajo.

Veréis, os explico la situación. Año ¿2001?, o por ahí, estaba estudiando en la biblioteca con unos compañeros cuando uno de ellos sacó un periódico especializado en temas de finanzas y economía. Terminó de leerlo y me lo dio para que mirase las ofertas de trabajo. Por cierto, ninguna de mi perfil porque había que tener cerca de cincuenta años y haber empezado a trabajar con  diez para tener ese currículum. Pero hubo una que me llamó muchísimo la atención y era “algo - bastante” así:

“Importante empresa multinacional busca para un puesto de trabajo en Singapur un  Ingeniero en Caminos, Canales y Puertos, recién licenciado y con menos de 25 años de edad, dos años de experiencia en nuestro sector, un MBA en administración de empresas, alto nivel de inglés y francés (valorable nociones de alemán) Y QUE SEPA TOCAR EL VIOLÍN). Ingresos: no me acuerdo pero eran una barbaridad”.

Uummm… Evidentemente, me surgieron una serie de preguntas. Primero: ¿existía algún ser humano que con menos de 25 años le hubiese dado tiempo a hacer tanto y de esa categoría? Porque si era así, ¡que estaba haciendo yo con mi vida! Segundo ¡¿para qué coño (perdón por la expresión pero de verdad que es lo que pensé) tiene que saber un ingeniero de caminos TOCAR EL VIOLÍN para optar a un puesto de trabajo?!

Con ofertas así, solo cabía plantearse una cosa: esa empresa no es seria. Y digo yo, ¿por qué no pusieron y que su nombre empiece por “F” y el primer apellido por “L”? Me lo podía hasta imaginar. Un jefazo a un jefecillo: “Mañana te van a llamar los de recursos humanos para que les digas todo lo que ha hecho tu hijo. Van a intentar hacer un perfil muy concreto para que se presente poca gente porque vamos a cubrir un puesto que se ha quedado libre en Singapur”.

Nunca os habéis preguntado <<¿ese tío como ha llegado ahí? Si yo lo conozco de toda la vida y era un “matao”>>. A lo mejor es por lo mismo que lo de la oferta de trabajo. Así que haya más de un violinista en el tejado.

1 comentario:

  1. Muy bueno, tienes razón. Cada vez se amplian las brechas y se exige más especialización a las personas, de ese modo se mantiene ese nivel de competencia tan alto que asfixia a la especie. Saludos

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