miércoles, 29 de junio de 2016

LA LECCIÓN INGLESA, por Juan Martín

Hoy Desde el Caballo de las Tendillas se viste de gala con la colaboración de don Juan Martín Martín, que nos ofrece su opinión sobre el Brexit. Juan Martín es una persona cabal, que habla claro, educada y muy respetuosa; en definitiva, un Señor. Espero que este sea la primera de muchas colaboraciones, pues su presencia es un lujo para este Blog.


El pasado día 23, los británicos, en referéndum democrático han decidido –con mayoría del 52%- que su país abandone las Instituciones de la Unión Europea. El perfil sociológico de los votantes a favor del llamado Brexit responde a individuos pertenecientes a las clases media y media baja, edad media o madura y fuertemente motivados a pesar de la rabiosa campaña en contra que en Inglaterra y en el resto de Europa se les hizo. Bien es verdad que cantidad de políticos ingleses -fundamentalmente conservadores- se manifestaron con sus votantes a favor del Brexit. La reacción europea ante el resultado de la votación ha sido de profundo estupor y la reacción de la prensa española y de nuestra clase política, además de incredulidad ha sido de descalificación, como si más de la mitad de los votantes ingleses se encontrasen afectados por extrema debilidad mental o por grave paranoia nacionalista.

La verdad es que los vencedores partidarios del Brexit se apoyaban y se apoyan en dos fundamentales razones: la primera, la hartura  respecto a una inmigración indiscriminada que amenaza con socavar los cimientos de la sociedad inglesa, en tanto en cuanto las normas europeas respecto a inmigración son a su juicio excesivamente laxas y han sido dictadas sin tener en cuenta la voluntad y el criterio de la nación inglesa; y la segunda razón se encuentra en la pérdida de soberanía nacional a manos de una burocracia europea que no responde a la idea de representación democrática que tienen los ingleses. Lo entendemos mejor si observamos que los británicos eligen directamente a sus representantes políticos, y no a través de unas listas cerradas de partidos como ocurre casi en todo el resto de Europa; los españoles estamos comenzando a entender en qué consiste realmente una democracia secuestrada por los propios partidos políticos, que cínicamente manifiestan ser sus más bravos paladines.

No ignoraban ni ignoran los votantes ingleses las razones esgrimidas a favor de la permanencia en Europa: fundamentalmente de carácter económico, lo que ha sido profunda y reiteradamente expuesto, llegando a cuantificar una pérdida del 5% del PIB.

A pesar de todo ello, los votantes ingleses, tachados de insolidarios en Europa y de débiles mentales en particular en España, han decidido mayoritariamente abandonar el barco europeo y no por insolidaridad ni por estupidez, si no por una profunda consideración del peligro que para ellos supone la permanencia en una Unión Europea que se está mostrando débil ante los retos políticos, económicos y de inmigración que se le presentan.

Algunos partidos políticos nacionales de Francia, Alemania, Italia y Austria, así como otros del norte de Europa, han manifestado su simpatía ante lo decidido en Gran Bretaña, mientras que en España no se ha alzado prácticamente una sola voz -y menos de ningún partido político- entendiendo lo que de razonable hay en la postura inglesa.

A pesar de lo cual, la existencia de una inmigración indiscriminada e incontrolada y de una voluntad política secuestrada por los partidos políticos y por las Instituciones Europeas, son tan ciertas para la Gran Bretaña como para nuestra España actual. Los ciudadanos británicos han afrontado un reto nacional y político, aún a sabiendas  de la pérdida económica que van a sufrir. ¿No habrá en España algún español que sea capaz de lo mismo?

1 comentario:

  1. Bueno, parece curioso que los que ponen en grito en el cielo porque Cataluña y Euskadi se quieran independizar les parezca bien la independencia de Gran Bretaña. Allí está bien lo que decida el pueblo. Aquí no se deja decidir nada.
    Muy curioso

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