miércoles, 26 de julio de 2017

PERIODISMO DE CORTA Y PEGA, por Francisco Ortega


Uno, que no peina canas pero si las empieza a vislumbrar, siempre ha apreciado la profesión del periodista, al tener relación, en mayor o menor medida, con el sector. La aprecia, la valora y la añora… Añoro y echo de menos el periodismo de máquina de escribir, el de flexo y cigarrillo, el de rigor y el de opinión, el de artículo bien escrito y desarrollado, en definitiva, el que interesa e informa con objetividad con su pequeña dosis de subjetividad. 

Hoy, con las nuevas tecnologías, es cada vez más frecuente encontrar noticias de corta y pega, sin la más mínima estructura léxica ni gramática. Nos estamos acostumbrando, cada vez con más frecuencia, a publicar noticias como si se tratara de una entrada de Twitter. Lo único que vale es el titular.



Todo esto viene a colación de la noticia publicada ayer por el diario el Mundo, en su edición digital, en la que se acusaba al PP de Córdoba y a su presidente en 2008, Jose Antonio Nieto, de “amañar facturas de gastos”, ahí queda eso.

Como estos periodistas, siendo muy generoso en la acepción, dan por hecho que la mayoría de las personas no leerán el contenido del artículo, lo importante es el impacto del titular. Cuando uno lee el contenido de la noticia, se hace muy difícil comprender la misma, con diferentes alusiones y declaraciones y sin el menor rigor. Mucho humo, para variar.

Y aquí vale todo, lo importante es difamar, lo importante es hacer daño y poner en duda la honestidad de las personas. Y aquí vale todo, y si para eso tenemos que publicar documentos que se encuentran en secreto de sumario, da igual. Aquí vale todo. 

Y es que, en un alarde de imaginación, me pongo en el lugar de estos avispados periodistas de investigación, que ya intentaron hundir al número dos de interior con fuego de artificio pero con la pólvora mojada. Y me los imagino rebuscando entre los cubos de basura, haciendo un puzzle de muy pocas piezas, que no encajan, pero que las forzamos hasta conseguir nuestra noticia, nuestro titular. Y aquí vale todo, hasta vincular la noticia con el fallecimiento de Miguel Blesa. Un poco de pegamento y voilá!!: tenemos titular!! , ¿tenemos noticia…?


En estos tiempos en los que nos hemos acostumbrado a sentenciar y juzgar a cualquier persona sin importar las formas, me pregunto si no es exactamente la misma corrupción y delito el que, amparado con la pegatina de periodista y el leitmotiv de la libertad de expresión, pueda difamar, juzgar y sentenciar sin miramientos ni pruebas. Lo único que vale es ajustar cuentas. Eso sí es amañar facturas, señores de El Mundo.

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