Y LOS DIPUTADOS SIGUEN VIAJANDO GRATIS TOTAL

Ayer navegando por la Red, como dice la canción, me topé con una noticia publicada por el Diario La Razón el pasado 23 de marzo que me llamó mucho la atención y, además, me indignó bastante.

Estos días se está hablando de la imposición de copago para los usuarios del servicio de ambulancias del sistema público de salud, copago con unos límites similares a los de los medicamentos. El caso es que un enfermo crónico que deba utilizar el servicio de ambulancia regularmente se verá obligado a abonar unas cantidades, conforme a su nivel de renta.

Pues bien, el citado artículo hacía mención al presupuesto del Congreso de los Diputados para el ejercicio 2012 e informaba sobre los gastos correspondientes al año 2011. Paso a detallar alguno de estos gastos:

• Billetes de avión y tren: 7.294.030 euros.
• Gastos de kilometraje de aquellos diputados que viajaron en coche propio en desplazamientos oficiales: 685.360 euros.
• Además los Diputados tenían derecho a una dieta de 120 euros diarios cada vez que se desplazaran por el territorio nacional, en viaje oficial, y de 150 euros si el viaje era al extranjero.
• Por último, para destacar, el coste en el ejercicio 2011 para clases de idiomas para los Diputados fue de 50.000 euros.

¿No es indignante? Y luego quieren cobrar por el uso de una ambulancia pública, que ya se abona con los impuestos de todos los ciudadanos. A mí me ha enfadado bastante esta noticia, estos datos. Es cierto que para el presente año se han reducido un poco las partidas, pero también es cierto que mientras los enfermos deberán pagar por el servicio de ambulancias, nuestros Diputados (y Senadores) seguirán viajando gratis por España.

Además no queda ahí la cosa, pues estas prebendas las deberíamos multiplicar (además de por los 266 Senadores) por 17, como mínimo, por cada uno de los parlamentos autonómicos de este País, además de los miembros de sus gobiernos, diputaciones, ayuntamientos… vamos, un dineral, para que luego nos cobren por el uso de una ambulancia. Así nos va.