Llega
agosto, el mes más tranquilo del año, el mes de las vacaciones para la mayoría,
el mes del descanso. Pero más de uno no va a descansar durante este próximo
mes. Muchos lo van a pasar mal, muy mal, sudando más de la cuenta, aunque estén
a la brisa del mar o disfrutando de una fresca casa rural en cualquier sierra
de nuestra Andalucía.
Y
es que los últimos movimientos de José Antonio Griñán con la designación de Dª
Susana Díaz como próxima Presidenta de la Junta de Andalucía han hecho temblar
muchos cimientos. Y son muchos (y me consta) los altos cargos de la
administración andaluza que temen por su cargo, por su actual puesto de
trabajo.
Por
eso el mes de agosto y principalmente sus noches se les van a hacer largas, muy
largas. Esperando una llamada, algún movimiento que les pueda dar alguna pista
sobre los futuros nombramientos en la Junta. Porque las cosas van a cambiar.
Si
Susana Díaz hace honor a la fama que le precede hará muchos cambios. Muchos
consejeros (y consejeras) se dan por amortizados. Pero bueno, esos preocupan
menos, los que lo están pasando peor son los cargos intermedios, directores
generales, delegados, asesores, puestos de libre designación… ¡y es que son
tantos!
Imagino
esas conversaciones del carguillo de turno con su esposa, con su esposo, con
algún amigo o familiar, intentando interpretar movimientos, decisiones,
divagando sobre si va a continuar en el
puesto que le da ese nivel de vida al que jamás habría podido soñar sino
hubiera sido gracias a “la PSOE”, que se lo ha dado todo.
Por
eso decía que este mes de agosto muchos van a descansar muy poco y se les va a
hacer muuuyyy largo. No obstante para los ciudadanos normales, los que no
vivimos del cargo político, este mes de agosto será como casi todos, con algo
de calor, disfrutando de la familia y los amigos y mirando de reojo a ver si
llegamos a fin de mes.