Para
unos bastaría con ser honrado, ¡qué menos!, y que se preocupara por los demás,
aplicando el programa electoral de su formación política o lo acordado con los
partidos con los que se alcanzara acuerdos de gobierno. Poco más habría que
exigirle a un político. Los defensores de esta postura argumentan que un
político no ha de ser un experto de los asuntos que conozca, que para eso están
los funcionarios correspondientes y los asesores, que un político ha de saber
rodearse de personas preparadas que le ayuden en esa tarea, que un político se
ha de limitar a marcar el objetivo, el fin de determinada política y que son
los funcionarios, los expertos, los que han de desarrollarlo. Por lo que
consideran que casi cualquier persona puede dedicarse a la política.
Por
otro lado hay quienes defienden que para dedicarse a la política se debe contar
con una determinada cualificación, unos estudios universitarios, conocer
idiomas y, sobre todo, haberse dedicado a una actividad laboral fuera de la
política. Creen que habría que exigir al menos diez años de cotización en una
actividad laboral para poder dar el salto a la política. Buscando así que los
políticos demuestren una experiencia previa y, sobre todo, que no dependen de
la política para subsistir.
Yo
sinceramente no tengo una opinión definida, tengo dudas. Por un lado considero
que cualquier persona, tenga la formación que tenga, debería tener derecho a
dedicarse a la política, pues lo importante es la honradez, la dedicación y el
altruismo; pero por otro lado, creo que los políticos deberían estar
preparados, formados y contar con una experiencia al margen de la política,
pues igual que se exige unas características para dirigir una empresa debería
ser así para dirigir una administración pública.
¿Cuál es vuestra opinión? ¿Qué exigís a los políticos?
Otro buen artículo que nos hace reflexionar sobre la política.
ResponderEliminarYo pienso como tú que debe de ser honrado ante todo. El problema viene cuando no queremos al honrado. Se ha dado un montón de casos en nuestro país. Solo hay que ver Valencia con el caso Gurtel y Andalucía con los ERES. En los 2 casos se sabía de estas tramas y sin embargo contaron con muchísimos votos del pueblo.
Leyendo este artículo se venía a la cabeza la memoria de Marcelino Camacho, ese gran líder sindical que parece que está en extinción como si del Lince Ibérico se tratara. Hombre con pocos estudios, pero se dedica de lleno a su vida y al sindicalismo. El cual ha llevado una línea inmejorable.
Por otro lado tenemos a Manuel Milián Mestre fundador del AP, con varias licenciaturas, empresario y emprendedor. Con una vida privada y política impoluta y para mi digna de todos mis elogios.
Con esto solo quiero decir que en todos los partidos hay personas buenas el problema es que a lo mejor no sabemos elegir o bien que no nos dejan hacerlo.
Saludos Alfonso. Yo creo que no nos dejan elegir. En este País manda el cacique de turno, que es el que hace las listas y dispone quien ocupa cada puesto. Una pena, otra cosa que hay que cambiar.
EliminarNo existe un "derecho a dedicarse a la política". Al menos en mi opinión. Como tampoco existe un derecho a ser futbolista o violonista. Lo que es necesario es tener una formación que te permita hacer las cosas bien. Y para eso se necesita una edad, una trayectoria profesional y un conocimiento.
ResponderEliminarEn España se confunde que todo el mundo "tenga derecho a expresarse" y que todo el mundo "tenga derecho a ocupar un cargo". Así nos luce el pelo.
La última muestra de la farsa en que se ha convertido la política es el nombramiento de una concejal con síndrome de Down. ¿tiene derecho a dedicarse a la política? para mí esa no es la pregunta adecuada. ¿Tiene capacidad para dedicarse a la política? Esa sí es la pregunta.
Un saludo Ángel.
Pues sí Iván, visto así la pregunta que planteas es muy pertinente y tiene una respuesta muy clara. Un saludo y encantado de leerte.
EliminarPues no sé. Pienso que la vida democrática dentro de los partidos ha degenerado tanto que sube en el escalafón quien mejor hace la pelota al jefe de turno, independientemente de su valía para administrar la cosa pública.
ResponderEliminarRecuerdo lo que duró Manuel Pizarro como número dos del PP. Pienso que fue utilizado y que cuando ya no hizo falta se deshicieron de él. Y me imagino que así habrá pasado con muchos más a todos los niveles.
También conozco el caso de una concejal de nuestro ayuntamiento, que cuando fue nombrada no tenía idea de cuestiones económicas y al menos se matriculó en la universidad porque quería saber de qué se hablaba cuando se mencionaban los temas económicos.
Un saludo.
Gracias por tu comentario Gonzalo. La verdad es que lo de Pizarro es muy concluyente y demuestra muchas cosas. En Córdoba, por ejemplo, también ocurrió algo parecido en el Ayuntamiento, con la elección como concejal del ex Rector Amador Jover, no llegó ni a tomar posesión. Un saludo.
EliminarPues para mi la dedicacion a la politica de forma profesional debiera ser reducida en el tiempo, anteriormente haber trabajado en algo, solo eso, en algo. Porque sino se genera, como actualmente, una casta que sale de las nuevas generaciones y a base de palmadita en la espalda, loas al líder y demás mezquindades va subiendo en el escalafón y llegan a puestos que ni por aptitud, ni actitud merecen y así nos va, a los hechos me remito. Zapatero iba a aprender economía en dos días o nuestra inclita Ministra de Trabajo, que nunca ha trabajado y demás parasitos...
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