domingo, 6 de octubre de 2013

EL MARAVILLOSO MUNDO DEL AMBIENTAO, por @PitiFerrer


El “ambientao”…, según D. Perfecto la figura nació en la mili pero ¡el mundo está lleno de ellos! Y, aunque se desarrollan de muchas formas, al final la evolución es la misma y consiguen lo que quieren: destacar (y no siempre en sentido positivo).

El clásico ejemplo de “ambientao” es aquel que llega a un sitio en el que no conoce prácticamente a nadie y, a la media hora, es el alma de la fiesta. O peor, el compañero de trabajo que es el último en incorporarse y, a los dos meses, ¡la empresa no puede funcionar sin él!

Y qué puedo decir de esos con los que te pones a charlar y, ya se hable de la expansión del imperio otomano, de la reacción de la fusión alcalina o de la pesca de la urta en Cádiz, ¡ellos lo saben todo!

Para mí el peor es el camarero “ambientao” del restaurante caro que no te conoce de nada y le falta sentarse en la mesa.

En los medios de comunicación también salen muchos “ambientaos”, no hay nada más que ver las intervenciones del pleno del Congreso de los Diputados y lo que dicen en los pasillos ante las cámaras los políticos que no han hecho intervenciones. ¿Y quién se lleva el protagonismo? El del pasillo que va de “sobrao” y se le calienta la boca “ambientándose”.

Pero a mí los que más gracia me hacen son los “ambientaos” de internet. Me puede alguien explicar cómo consigue un tío, que solo lo conocen en su casa a la hora de comer, tener en Twitter a 5.379 seguidores y solo seguir a 25. Y no hablemos ya de Facebook, donde hay quien solicita amistad hasta al compañero de párvulos que lleva 30 años sin verlo o, ironías de la vida, a la prima de la amiga que ni se saludan por la calle. En fin, no lo comprendo (¿”pa” qué?)  pero la realidad es que tienen muchos “amigos”.

2 comentarios:

  1. ¡Y estan extratégicamente extendidos para que todos conozcamos al menos uno! Enhorabuena, excelente artículo.

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  2. Yo no tengo "caralibro", ni "pajaritos", ¿seré raro?...

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