Ahora la moda
entre los niños son las pulseras de gomas. Como hace un año eran los trompos o,
como cuando yo era pequeña, eran los yo-yos. Quién le iba a decir a su inventor
y comercializador (Cheong Choon Ng) que niños de todo el mundo iban a sucumbir
a su idea. Y, en cierta manera, gracias a Youtube donde hay millones de
tutoriales dedicados a la confección de las mismas.
La verdad es
que te paras a pensarlo y es una moda curiosa (y barata ¡gracias a Dios!),
básicamente consiste en tejer con las manos.
Vas a un
chino y hay chorrocientos paquetes de gomitas a “un eulo” y un niño delante
viendo colores con pulseras hasta el codo. Porque cuantas más pulseras tenga
mejor; es un signo de poder.
Luego esto es
como todo, hay quién se lo toma como una afición (solo hay que ver sus
pulseras) y hay quién hace hasta negocio. A ver, un problema de matemáticas de
cuadernillo Rubio: “si en un paquete de gomitas vienen 300 y para hacer una
pulsera sencilla se necesitan 20 ¿cuántas pulseras podemos hacer? (15, muy
bien). Y, si el paquete vale un euro y
vendemos cada pulsera a 40 céntimos ¿cuánto dinero ganaremos? (15 x 0,40 = 6; 6
– 1 (porque tienen en cuesta sus costes de producción) = 5 euros)”. Y encima
éstos, los de las PYMES, como son tan listos saben cuál es el mejor momento
para sacar la caja y ponerse a vender: cuando están con los amigos de sus papás
y ¿no les vas a comprar dos? Y ¿no le vas a decir que se quede con la vuelta?
Vamos que a lo tonto, a lo tonto, sacan una pasta.
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