Hace ya unos
días que se destapó el escándalo en la Cámara de Comercio de Córdoba, unos
hechos de los que hablamos en Desde el Caballo de las Tendillas bajo el título “un escándalo más”; en el mismo
decíamos que el Presidente de la Cámara de Comercio, Sr. Fernández de Mesa,
debería haber dimitido. Pero no, ni dimitir ni dar explicaciones.
Porque ya que
no dimite de su cargo, lo normal sería que el presidente diera todas las
explicaciones necesarias ante el pleno de la institución que preside, pero ni
eso. Parece que lo de los silencios de Mariano Rajoy se ha puesto de moda y ya
cualquiera hace uso de esa técnica.
Tuve un jefe
que decía que si un problema se mete en un cajón y pasan más de seis meses,
deja de ser un problema. Y eso habrá pensado Ignacio Fernández de Mesa, lo
único que me imagino que algunos no dejaremos que pasen esos seis meses, porque
lo denunciado es muy grave, y porque se han de dar muchas explicaciones.
Por eso no
entiendo que no se haya celebrado ya un pleno de la Cámara de Comercio de
Córdoba en el que se den las explicaciones necesarias y que se merece la
institución, pues la Cámara de Comercio, como entidad de derecho público que es
se debe a sus integrantes pero también a la sociedad, pues de esta recibe gran
parte de su financiación.
Y por eso no entiendo que las distintas administraciones públicas que otorgan ayudas y subvenciones a la Cámara de Comercio no exijan explicaciones. Puede ser que más de uno tenga que callar y por eso miran para otro lado…
En
definitiva, que creo que nos toman por el pito del sereno, que nadie se toma en
serio eso de dar explicaciones (ya no hablemos de dimitir…), y que esta no es
la sociedad que quiero. Porque si en este tema se actúa así, ¡qué no se hará en
otros ámbitos!, todos nos lo imaginamos…
Esto se puede cambiar en 48 horas, pero no cambia por permisividad y nuestra pasividad. Si todos los que estamos descontentos con esto estuviéramos en las calles pidiendo que cambiaran el sistema, se haría pero no queremos, dejamos hasta que nos humillen.
ResponderEliminarAl parecer cualquier intento de cambiar esto de comunista, rojo y de etiquetas por ese estilo, lo lees a diario en este blog. Porque la alternativa al liberalismo no es el comunismo es la conciencia.
Como si los liberales no tuvieran conciencia querido Alfonso.
EliminarLos liberales claro que tienen conciencia. Pero dime donde está la conciencia cuando se recorta en sanidad, educación, en bienestar social, mientras se gastan un montón de dinero en gasto militar y en rescatar a los que nos han llevado a esta situación. ¿Le puedes llamar a esto conciencia? Si es cierto que esta conciencia a lo mejor tiene que salir antes de nosotros que de los gobernantes.
EliminarMal jefe tuviste, amigo Angel, o por lo menos, que mal de contó lo del problema en el cajón. Trataré de darte tres coordenadas:
ResponderEliminar• Todos los problemas no aguantan seis meses en un cajón. De hecho, suelen explotar mucho antes y llevarse tus recursos por delante.
• Cuando un problema se mete en un cajón, no se arregla solo; siempre hay alguien que lo soluciona, pero puedes estar seguro de que lo hará a su favor, no al tuyo.
• Mientras un problema tuyo dormita en un cajón, no está hibernando, sino provocando un quebrando en tu contra.
Aun así, es muy suyo quien lo haga en el ámbito de sus intereses personales, profesionales o empresariales… pero que lo haga un cargo público cuyos patinazos los pagamos todos…
Buenas Rafael. Soy consciente de todo ello, como podrás imaginar. Y de hecho he dicho que lo decía, no que lo hiciera. Un saludo!
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