¡SON PEOR QUE LA CASTA!

El adelanto electoral en Andalucía ha puesto de manifiesto muchas cosas, y una de ellas es el cacao que hay liado en Podemos, tal y como podíamos leer ayer en las páginas de El Confidencial.

Y es que, por un lado, la fórmula para elegir a los candidatos de las diferentes listas provinciales está levantando ampollas en un importante sector de los afiliados a la formación de Pablo Iglesias; y por otro, porque los mismos dirigentes de Podemos reconocen que no tienen tiempo para elaborar un programa electoral, Luis Alegre, secretario de participación de esta formación reconocía en una entrevista en la Cadena Ser que no van a gobernar en Andalucía y que, por lo tanto, no van a contar con un programa electoral. Veamos.

En relación al candidato de Podemos a la presidencia de la Junta de Andalucía, parece que no hay acuerdo sobre la figura de la actual eurodiputada, la gaditana Teresa Rodríguez que, según dicen, no tiene mucha afinidad con el líder Iglesias, de hecho ni participó como oradora en la manifestación del pasado sábado. Y la forma de elección de los miembros de las listas es, cuanto menos, peculiar, pues las primarias se celebrarán sobre una lista a nivel autonómico, y luego el comité electoral será el que distribuya a los elegidos en cada una de las provincias andaluzas. Cuando lo normal sería que la elección se hiciera a nivel de cada una de las provincias y por los afiliados de esa provincia. Pero bueno, al menos hacen partícipes a los miembros de Podemos, eso sí.

El caso es que a los críticos se les aparta y no se les tiene en cuenta, como está ocurriendo con el secretario general de Podemos en Málaga, según informaba El Confidencial.

Y luego tenemos lo del programa electoral; resulta que carecen de programa porque no les da tiempo a elaborar uno. Ahora entiendo porque critican tanto a los que incumplen el programa electoral, ¡porque ellos ni tienen!, ¡así se hacen las cosas! Nunca incumplirán su programa porque carecen de uno. La verdad, no lo comprendo.

Esto es Podemos. No se ponen de acuerdo en la confección de las listas, siguen sistemas poco democráticos para su elección y carecen de un programa electoral serio para presentar a los ciudadanos. Y luego dicen que no son casta, ¡son peor que la casta!