Hoy tenemos sesión doble
en Desde el Caballo de las Tendillas y traemos un artículo de José Ignacio
Dionisio, que nos habla de Rodrigo Rato y nos da su opinión sobre lo que está
ocurriendo.
Dicen que las grandes
estrellas del fútbol deben tener un comportamiento ejemplar tanto dentro como
fuera del terreno de juego, por ser referentes para los niños que comienzan a
labrar su posible trayectoria futbolística, y la verdad es que es un símil que
me viene al pelo para el mal ejemplo que ha dado el Señor Rodrigo Rato.
Rato, que recibió elogios
de parte de media Europa y más concretamente de España, ha sido descubierto. No
solo han sido descubiertas sus triquiñuelas corruptas en las que este buen hombre
ha amansado una fortuna cercana a los 30 millones de Euros estando más de vida
como Empleado Público –luego meten a todos los funcionarios en el mismo saco
gracias a especímenes de esta índole-, sino que además, se ha destapado que
intentaba ocultar dicha fortuna no con ansia de dinero –que también-, sino para
evitar tener que pagar su parte de responsabilidad económica en el caso Bankia,
¡claro, para eso estamos los españolitos de a pie!, para apagar los fuegos y
recoger las migajas del pastel que se han comido otros.
Señor Rato, usted, una
persona halagada y respetable en el pasado, en el que quizás muchos economistas
se miraban reflejados, en el que muchas personas confiaron, no solo no ha dado
buen ejemplo fuera, sino que dentro del terreno político-financiero se encaró
con sus rivales, protestó al árbitro, fue expulsado y le pegó una patada a
aquel bote en la banda que éramos todos los que un día creímos en usted.
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