Y llegamos a la cuarta y última entrega de la magnífica colaboración de José Quijada en
Desde el Caballo de las Tendillas en la que, a lo largo de estos últimos cuatro
días, nos ha hablado de los 137 años del PSOE. Un interesante artículo que hoy
llega a su fin…
La incautación masiva de inmuebles que protagonizó en Madrid
el PSOE, que organizó en nombre propio la explotación de los inmuebles
incautados. Así, el diputado del PSOE Enrique de Francisco “expropió” cerca de
un millar de pisos, reemplazando a los antiguos propietarios en el cobro. Una
forma de financiar el partido que equivalía a financiar las checas.
El escándalo más sonado de delitos económicos en el contexto
del Terror fue el de Agapito García Atadell, militante socialista y
simpatizante de Prieto que se instaló como “chequista libre” en un hotel
incautado en la calle Martínez de la Rosa, creando una unidad llamada Milicias
Populares de Investigación, con cuarenta y ocho agentes. Su actividad era
puramente la “caza del hombre”: a partir de listas facilitadas por el
Ministerio de la Gobernación, los chequistas perseguían, detenían y mataban,
robando después los bienes de las víctimas. Así llegó a acumular una importante
fortuna entre el aplauso general. La prensa del Frente Popular jaleaba sus
logros: “Organismos regenerados: la nueva policía de la República”, proclamaba
el diario “Política” el 30 de septiembre de 1936.
Negrín, a medida que se agotaba el “oro de Moscú”, puso en
marcha otras dos fuentes de recursos financieros a partir del verano de 1938
con el saqueo generalizado de bienes particulares y del patrimonio artístico e
histórico español, incluidos los ahorros guardados por los ciudadanos más
humildes en los montes de piedad. Esas labores produjeron un inmenso botín de
joyas, obras de arte, colecciones numismáticas y hasta filatélicas, libros
antiguos, relojes valiosos, ropajes, utensilios de culto, etc. Para ese
pillaje, Negrín contó con “Los cien mil hijos de Negrín”, cuerpo de Carabineros
que convirtió en una suerte de ejército privado, con equipamiento de primer
orden. Gran parte de este expolio fue a parar al famoso yate Vita, cuyo tesoro
fue valorado por el propio Negrín en 40 millones de dólares de la época, aunque
pudo superar los cien millones de dólares. Negrín tuvo una cuenta en el
Eurobank de París con un saldo de 360 millones de francos. En marzo de 1939,
poco antes del final de la guerra, el tesoro del yate Vita embarcará en Francia
camino de México. La mayor parte de la carga consistirá en más de cien grandes
maletas que adquirieron en París unos empleados socialistas del Banco de
España. Prieto se las ingeniará para ser él quien controle su preciosa y
valiosa carga. El Estado español, como en el caso del oro de Moscú, no
recuperaría nada de ese inmenso tesoro expoliado por los socialistas.
Tras décadas de ostracismo, el PSOE saltaba al ruedo después
de haberse renovado en octubre de 1974, en el congreso de Suresnes, cerca de
París. Contaba con respaldo financiero de la socialdemocracia alemana y de
otros orígenes muy oscuros y siniestros, como el millón de marcos recibido del
empresario alemán Flick, que dio lugar a una comisión parlamentaria para
investigar esa escandalosa financiación. Flick fue condenado por el Tribunal de
Núremberg como criminal de guerra nazi y su representante era hijo de un
general que fue jefe del estado mayor de Hitler.
Con la llegada de Felipe González, el PSOE reabrió la verja
de Gibraltar en 1982 sin la menor contraprestación, volviendo a convertir
Gibraltar en un espléndido negocio de contrabando muy beneficioso para
Inglaterra y deprimente para el entorno español del peñón. Alfonso Guerra
asesinaba a Montesquieu en 1985 y acababa con la independencia del poder
judicial, hiriendo de muerte la democracia. El terrorismo de Estado del GAL
(Grupos Antiterroristas de Liberación) bajo la presidencia de Felipe González,
que ocasionaron 27 asesinatos entre 1983 y 1987. El caso Rumasa, el caso
Filesa, el caso Guerra, el caso Valverde, el caso Roldán, el caso Urralburu, el
caso Otano, el caso Ibercorp… y todos los demás casos que parecen el catálogo
de una serie negra dedicada al misterio y al terror.
Llegado Zapatero al poder tras el mayor atentado terrorista
de la historia de España, de intencionalidad y autoría aún desconocidas, trae
la Ley de Memoria Histórica, que niega toda legitimidad al régimen de Franco y,
como consecuencia, la ilegitimidad de la democracia, la monarquía y la
Constitución actuales, imponiendo la ruptura y el enlace con el Frente Popular.
Un manifiesto firmado por numerosos intelectuales e historiadores señalaba: “La
Ley de Memoria Histórica alcanza extremos de perversión ética y legal al
igualar víctimas inocentes con asesinos y ladrones de las chekas…”. La
aberrante Alianza de las Civilizaciones, el pacto del Tinell de 2003, las
oleadas de corrupción, los ataques a la libertad de expresión, el acoso y
asalto a multitud de sedes del Partido Popular durante la jornada de reflexión
tras el 11M, las reuniones mantenidas con ETA después de que Zapatero firmara
el Pacto Antiterrorista, El caso Faisán y su chivatazo a ETA, la práctica
liquidación de la democracia en Cataluña y Vascongadas… Todo se condensa y cabe
en la frase de Zapatero en el Senado, en noviembre de 2004: “La nación española
es un concepto discutido y discutible”.
Hoy, con Pedro Sánchez como líder, el acercamiento del PSOE
al populismo marxista de Podemos y a los partidos independentistas y
antisistema es un hecho. Su radicalismo es cada vez más extremo y amenaza con
un nuevo Frente Popular. La última traición del PSOE de Sánchez ha sido ceder
cuatro diputados a ERC y Convergencia para que puedan formar grupo en el Senado,
favoreciendo y auxiliando a los dos partidos independentistas, que tendrán más
dinero para sus actividades ilegítimas y más capacidad de participación en los
plenos para apoyar su lucha contra España. Todo vale con tal de arrinconar a
los partidos que defienden la Constitución, Partido Popular y Ciudadanos, a los
que se aplica un nuevo cordón sanitario. Como ya pasó en 1936, el PSOE va
camino de acabar fagocitado y absorbido por los comunistas de Podemos, con las
trágicas consecuencias que sabemos.
Julián Marías señaló que un lastre del PSOE consiste en su
visión negativa de nuestra historia. En esa visión negativa y distorsionada
coincidían casi todas las fuerzas de izquierda, y también en la pretensión,
realmente vanidosa, de estar llamadas a reinventar o refundar una nación con
casi dos milenios de historia, sustituyendo la moderación por la exaltación y
la evolución por el trastorno. Hermann Tertsch publicaba en ABC, el 17 de
noviembre de 2015, un artículo titulado “En la duda, con el enemigo”, refiriéndose
a que en la duda, el PSOE de Sánchez elegía posicionarse con el enemigo del
Estado español. Pero los hechos y datos de la historia del PSOE demuestran que
no hay ninguna duda: siempre están apoyando y reforzando a los enemigos de
España. Así es la verdadera y siniestra historia del Partido Socialista Obrero
Español.
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