Me gustaría compartir con
todos vosotros este texto que me ha llegado por whatsapp, en el que mi admirada Lola de Toro, hace un análisis muy acertado en la revista El Azogue sobre
lo ocurrido en Córdoba con la estatua dedicada a la belleza de la mujer
cordobesa, pues ”limpiándola” se la han cargado…
Dice la canción:
“Dolores, ¿con qué te lavas la cara que tanto te huele a flores?. ¿Con qué te
lavas la cara, chiquilla, que tan bien hueles? Me lavo con agua clara de
jazmines y claveles”.
Pues esa canción creo que
no la conocen los trabajadores de EMACSA, porque el viernes pasado decidieron
lavar la belleza de la mujer cordobesa con “salfumán” y más que a jazmines y a
claveles, toda la Plaza de Colón de Córdoba olía a inodoro atascado.
Parece mentira lo ocurrido,
– lo que está ocurriendo en Córdoba-. ¡Y nos reíamos de la restauración que la
anciana Sra. Cecilia Jiménez Zueco hizo del cuadro del Ecce Homo de Borja!. O
me reía yo de cómo una empleada de hogar, tiró a la basura, junto a las
revistas de la semana anterior, el Código Civil porque según explicó, ponía en
sus “pastas” que era de 1889.
Es triste pero lleva toda
la razón el escultor cordobés, Juan Manuel Belmonte, cuando dice que también a
él le están dando ganas de salir huyendo de esta ciudad después de que, tras
los actos vandálicos sufridos por el busto de D. Antonio Gómez Aguilar, el
pasado viernes, los trabajadores de EMACSA decidiesen limpiar el conjunto
escultórico del autor “Homenaje a la belleza de la mujer cordobesa” con ácido
clorhídrico y a manguerazos después, como quien pretende hacer desparecer un
graffiti provocador de una pared.
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