Hay una noticia que ha
pasado algo desapercibida pero que dice mucho por sí misma. A mí no me gusta
hacer sangre de un político utilizando para ello a un familiar, pero claro,
cuando uno no es capaz de poner orden en su propia casa y cumplir con lo que pide,
¿cómo va a poner orden en la Nación?, ¿cómo va a exigir a los demás cuando
ocurre lo contrario en su ámbito más cercano? Y eso es lo que le pasa al
candidato del PSOE, Pedro Sánchez, que parece tiene al enemigo en casa.
Y es que se ha sabido por
la prensa que la empresa Inmark Europa, S.A. de la que es socia y directiva su
esposa, Begoña Gómez, tiene comerciales a los que paga 400 euros mensuales por
40 horas de trabajo semanales, según informaba Periodista Digital. ¿Os
imagináis que eso mismo lo hiciera una empresa de la mujer de Mariano Rajoy?
Pues eso.
Y es que esta es la
hipocresía del actual Secretario General del Partido Socialista Obrero
“Español”, (y de los socialistas en
general), que no se corta en criticar por las condiciones laborales de los
españoles cuando su propia esposa, en su empresa, ofrece salarios de miseria.
Me recuerda a la actitud
de los sindicatos UGT y CCOO, que por la
mañana se manifestaban contra la reforma laboral del Partido Popular y por la
tarde aplicaban esa misma reforma laboral para despedir a sus propios trabajadores.
Y la excusa que podría
dar la empresa de la mujer de Sánchez, al igual que la de los sindicatos, es
que ellos cumplen la legislación vigente; sí, pero esa legislación es de
mínimos, por lo que se puede mejorar sin ningún problema.
Y es que esta es la doble
moral, el doble rasero de la izquierda, que va diciendo una cosa por un lado
mientras hace la contraria por el otro. Miedo me da que Pedro Sánchez, con su
hipocresía, llegue a La Moncloa, más aún apoyado por los radicales de Unidos
Podemos. En nuestra mano está.
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