Los domingos en Desde el
Caballo de las Tendillas son para recordar y traemos este artículo publicado en
octubre del pasado año, en los que criticábamos la falta de proyectos e ideas tras
los primeros cien días de gobierno en Córdoba, algo que continúa tras un año de
desgobierno…
Ya son más de cien días
del nuevo gobierno municipal al frente del Ayuntamiento de Córdoba, cien días
de paralización de la Ciudad, cien días para olvidar, cien días sin ideas, cien
días dedicados a echar por tierra todos los proyectos iniciados en la anterior
legislatura. Un tema del que ya hemos hablado en estas mismas páginas, pero que
no deja de estar de actualidad, por el grave daño que se le está haciendo a los
cordobeses.
Y es que esta semana se
ha conocido el rechazo del consistorio a la construcción de un centro comercial
en las instalaciones de Rabanales 21, un proyecto que, con una inversión de
unos treinta millones de euros podría crear hasta cuatrocientos puestos de trabajo,
algo de lo que Córdoba está muy necesitada. Pero no, a la izquierda cordobesa
parece que eso le importa poco; y pone como excusa que esa no es zona para usos
comerciales (pero sí para la ciudad deportiva del Córdoba), cuando todos los
parques tecnológicos de Andalucía cuentan con zonas comerciales. Pero bueno,
parece que eso le interesa poco a Ambrosio y a sus amigos…
Y luego seguimos con el
metrotrén, proyecto también paralizado con mil y una excusas, no integrando a
la plataforma, “Metrotrén ¡ya!”, en la comisión municipal creada para analizar
este proyecto. Que no sé yo para qué se necesita una comisión cuando ya están
construidas hasta las estaciones…
Y con la paralización del
Plan de eficiencia energética, puesto en marcha por José Antonio Nieto y
paralizado también por Ambrosio y que implicará que nuestra Ciudad pierda más
de veinticuatro millones de euros de inversión en infraestructuras.
Por no seguir. Aunque
visto lo visto tendremos que continuar con estas historias, pues ante la falta de
ideas, ante la falta de proyectos lo mejor es destrozar lo del anterior, para
que parezca que nadie hace nada.
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