Los domingos en Desde el
Caballo de las Tendillas son para recordar y hoy os traemos este artículo de
Empresarios del 9 Largo, publicado en mayo de 2014, en el que comentaba sobre
fomento de creación de empresas y empleo, algo de lo que seguimos muy
necesitados…
Hoy toca flagelarse un
poco más, y aunque suene a tópico el que escribe suele ser bastante positivo.
Pero es que no hay manera. Se acercan las elecciones municipales, y
pónganse en lo peor, en la bola de cristal se ve que vamos a tener
“emprendedores” hasta la náusea. Los políticos están preparándose para
bombardearnos con sus propuestas de creación de empleo, emprendimiento, y bla
bla bla… pero todo con mucho gasto y con poca efectividad. Y es que la falta de
ideas es patente.
Cuando preguntan cómo
fomentar la empresa o la creación de empleo, no suelen escuchar mucho, y toman
medidas que hay que suponer bienintencionadas, pero aportadas por personas que
no han emprendido en la vida.
Estamos en una tierra
poco amistosa para la empresa, y donde cuando lo público se pone a fomentar
solo sabe hacer Parques tecnológicos, Viveros de empresas, Incubadoras,… hay
que reconocer que ponerle nombres a las cosas se les da bien… pero llenarlos de
empresas no tanto, ¿el misterio? Pues se dan pocos o ningún servicio a las
empresas, y el precio es superior al de mercado, y los contratos y trámites más
largos. Por no decir si quieres montar algo “industrial”, ya que esas
“infraestructuras” están pensadas para oficinas o empresas de servicios. No
tienen siquiera la potencia de luz que cualquier nave de polígono industrial de
tercera.
Pero ¿alguien le ha
preguntado a los empresarios (perdón emprendedores)? Porque claro, habiendo
polígonos industriales donde no hay alumbrado público, ni reparto de correos,
¡y no piensen que se tratan de polígonos ilegales o de reciente creación!
Polígonos con 15 ó 20 años que siguen sin alumbrado o sin servicio de correos.
Eso sí, pagando el IBI. Polígonos donde internet es de 4 megas, cuando a
nuestros domicilios llegan a 20-50-100 megas. ¿Saben lo que es que te llame un
cliente porque te ha mandado una carta y se la han devuelto diciendo “el
domicilio no reúne los requisitos para la prestación del servicio postal”? Se ríen
y te preguntan que si estás en medio del campo.
Polígonos donde no hay
recogida de basura, o tú te tienes que comprar el contenedor, ponerle tu
nombre, cuidar que nadie te eche basura en él y sacarlo a la hora que le
interesa al servicio de recogida. Y encima te revisan si has separado bien.
Se planean trenes y
metros para ir al centro de las ciudades, pero ¿y los que pierden todos los
días 1 hora entrando y saliendo en coche de un polígono industrial? Una o dos
paradas de autobús en un polígono industrial con una superficie de 5 kilómetros
de longitud por 1 ó 2 de ancho, ¿algún político ha intentado ir a trabajar a un
polígono industrial?
Pero no nos centremos en
lo material, vayamos a cosas que no cuestan nada. Por ejemplo, siempre pensé
que no costaría nada una carta del alcalde o de quien sea cuando creas la
empresa deseándote suerte o informándote de los servicios que se prestan a
empresas. Pues no. Normalmente el primero que se acuerda de ti es hacienda, que
con su lenguaje administrativo habitual te recuerda que eres responsable del
cumplimiento de la normativa, normalmente la primera carta certificada es que
estás incluido en el sistema de presentación electrónica y que no presentes los
impuestos en papel que te fustigan.
No tardará mucho en darte
la bienvenida la Tesorería General de la Seguridad Social, que “amablemente” te
dará diez días para presentar fotocopia y original en la oficina de todo
aquello que aportaste on-line. ¿Qué te crees que la sociedad de la información
es para hacértelo fácil? No, iluso. Es para recaudar, y cuando un trámite es
por facilitar, no te preocupes que tendrás que ir a llevarlo en papel de todas
formas. Unos tíos pueden montar un tinglado y trincar pasta de gente, darlos de
alta sin pagar seguros sociales, que esa gente cobre el paro, o si son
inmigrantes se regularicen en España. Pero tú montas algo, y a los 15 días
tienes allí a los inspectores de trabajo, claro, como en Andalucía no hay
empresas, y menos que se crean, pues al que crea, como los inspectores de trabajo
siguen ahí, con sus objetivos de visita… pues ¡tachán! Te tocó.
Eso por no hablar del
Instituto Nacional de Estadística, o regional, o municipal que te hace hacer
encuestas “a cascoporro”, recordándote, amablemente, de la obligación de
realizarlas en plazo, o que te multen con 3.000 €…. ¡como para no hacerlas! Si
encima estás en un sector poco habitual, pues como no hay muchas, y
estadísticamente tiene que haber datos de todos los sectores, pues te tocan
todas. De precios industriales, de importación de bienes, de costes salariales,
etc, etc, etc…
En fin, todo facilidades,
así que, si algún día un político le pregunta qué hacer para fomentar el
“tejido industrial”, no pierda oportunidad de decir, no les den nada, pero
déjenlos que trabajen. A todo esto, hace unos días, a las 8 de la mañana, había
unos albañiles pintando la fachada de una tienda de muebles que se va a abrir
en breve. Viendo a la policía municipal bajándose de las motos, pensé “mira,
¡ya van a fomentar el emprendimiento!”.
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