“La juventud se cura con
el paso de los años, la ignorancia con la instrucción, la borrachera con la
sobriedad... pero la necedad perdura para siempre”. Fue el genial comediógrafo
ateniense Aristófanes quien lo dijo con claridad meridiana en el siglo V a. C.
Parece ser que el ser
humano no cambia y tropieza siempre con la misma piedra no solo una vez, sino
que lo ha venido haciendo durante siglos y siglos. El siglo XXI tampoco se nos
salva de la quema.
Mantenemos la necedad
cuando la vieja, rancia y mal llamada “progresía” sigue empeñada en pelearse
contra Franco, que hace ya tantos años que lleva enterrado y contra quien
ninguno de ellos se atrevió jamás a mover un dedo cuando el Generalísimo estaba
en vida.
Mantenemos la necedad
cuando en vida del Caudillo, las familias poderosas catalanas que pasaron de
agasajarlo y darle enormes baños de masas persisten ahora en entablar su
descomunal batalla virtual contra el denostado Franco, y todavía siguen echándole
la culpa de los males causados por su inmensa avaricia y mediocridad
lloriqueando por los rincones mediáticos que controlan para rentabilizar
económicamente su postizo victimismo.
Mantenemos la necedad
cuando damos la bienvenida a lo mejor de cada casa que nos llega de fuera, y
admitimos y financiamos a todo golfo que aparece por aquí. Y los que llegan
aprenden rápido. Sirva de ejemplo una orden de expulsión, que dudo que se
cumpla, contra otro gran luchador antifranquista como el sin par Lagarde Danciu.
Rumano, para más inri, que llegado de su lejana tierra ha venido a España a
salvarnos y luchar contra Franco y por la libertad de nuestro país, cuando en
su país cuecen habas y a grandes calderadas. De ser yo rumano viviendo en
España lo echaría a gorrazos sin dudarlo.
Mantenemos la necedad
cuando nuestro sistema resulta tan acogedor para todo vago y maleante que se
precie. Sirva como ejemplo un experto carterista internacional que entrevistado
en TV1, a cara destapada, llegó a calificar España, en cierta ocasión, de: “el
auténtico paraíso para los carteristas, y pienso quedarme. No he conocido
ningún país que dé las facilidades que ofrece España".
Mantenemos la necedad
cuando… Seguir leyendo en El Diestro…
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