El viernes
seguí el juramento de Donald J. Trump como Presidente de los Estados Unidos de América y en especial el
discurso del neoyorkino como nuevo Presidente. Un discurso en su línea que ha
sido criticado y alabado a partes iguales y que, como es característico en este
señor, no dejó indiferente a nadie. Yo de estas palabras saqué una conclusión
muy clara y es que Donald Trump es de Podemos, porque muchas cosas de las que
dijo las podría haber firmado el mismísimo Pablo Iglesias. Veamos…
Voy a trascribir gran parte del discurso de Trump, pero cambiándolo a
referencias de España y evitando las cuestiones concretas de los Estados Unidos,
como si este hubiera sido el discurso de un Pablo Iglesias Presidente del
Gobierno español. A ver qué os parece.
Nosotros, los ciudadanos españoles, estamos juntos hoy en un gran
esfuerzo nacional para reconstruir nuestro país y restablecer su compromiso con
todo nuestro pueblo. Juntos determinaremos el rumbo de España en los próximos
años. Nos encontraremos con retos. Nos encontraremos con dificultades. Pero lo
conseguiremos.
Hoy no traspasamos el poder de un gobierno a otro ni de un partido a
otro, sino que estamos transfiriéndolo de Moncloa al pueblo español.
Durante demasiado tiempo, un pequeño grupo de personas en la capital de
España ha cosechado los frutos del gobierno mientras el pueblo soportaba los
costes. La casta prosperaba, pero el pueblo no compartía su riqueza. Los
políticos prosperaban, pero el empleo desaparecía y las fábricas cerraban. La
casta se protegía a sí misma, pero no a los ciudadanos de nuestro país.
Sus victorias no han sido vuestras victorias; sus triunfos no han sido
vuestros triunfos; y, aunque la casta celebraba, había poco que celebrar para
las familias que sufrían penalidades en todo el país. Todo esto va a cambiar, a
partir de este mismo instante, porque este momento es vuestro momento, os
pertenece a vosotros. Pertenece a todos los que se han reunido hoy aquí y a
todos los que nos están viendo desde sus hogares.
Este es vuestro día. Esta es vuestra celebración. Y este, España, es
vuestro país. Lo que verdaderamente importa no es qué partido controla nuestro
gobierno, sino si la gente controla o no el gobierno. Hoy se recordará como el
día en que el pueblo volvió a gobernar este país.
Los hombres y mujeres olvidados de nuestro país dejarán de estar
olvidados. Ahora, todo el mundo os escucha. Vinisteis, decenas de millones de
vosotros, para formar parte de un movimiento histórico como el mundo no ha
conocido jamás. Y en el centro de ese movimiento figura una convicción
fundamental: que una nación existe para servir a sus ciudadanos.
Los españoles quieren buenas escuelas para sus hijos, barrios seguros
para sus familias y buenos puestos de trabajo para sí mismos. Son las demandas
justas y razonables de un pueblo honrado. Pero, para muchos ciudadanos, la
realidad es muy diferente: madres e hijos atrapados en la pobreza de nuestros barrios
más deprimidos; fábricas esparcidas como lápidas funerarias en el paisaje; un
sistema educativo lleno de dinero pero que deja a nuestros jóvenes sin
conocimientos; y la criminalidad, las bandas y las drogas que tantas vidas han
robado y tanto potencial han impedido hacer realidad.
Esta carnicería debe terminar ya. Somos un país y su sufrimiento es el
nuestro. Sus sueños son nuestros sueños; y sus triunfos nuestros triunfos.
Vamos a recuperar nuestro empleo. Vamos a recuperar nuestras fronteras.
Vamos a recuperar nuestra riqueza. Y vamos a recuperar nuestros sueños. Construiremos
carreteras, autopistas, y puentes y… Sacaremos a la gente de las ayuda sociales
y la pondremos a trabajar…
¿Todo esto no lo podría decir Pablo Iglesias? Yo creo que sí, por eso
no entiendo todas esas críticas a Trump, cuando da la sensación de que Trump es
de Podemos, o Podemos de Trump, aunque uno y otros todavía no lo sepan… Lo que
tengo claro es que ambos tienen una clara posición populista y muchas otras
cosas en común.
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