Ayer Francisco Rivera Ordóñez se hacía protagonista en
Twitter, fue primera tendencia durante casi todo el día, y mucho le tuvieron
que pitar los oídos al maestro, pues los insultos hacia su persona, profesión,
familia y demás fueron constantes durante toda la jornada. Y todo por hacerse
una pregunta. Concretamente por preguntarse si para ser antitaurino hay que
dejar de ducharse. Yo no sabría que contestar, simplemente sé que, visto lo visto, lo que parece que hay que
ser para ser antitaurino es un mal educado.
Y es que es curioso, a los matadores de toros al igual que al
resto de la familia de la profesión taurina y a los aficionados, se nos ataca
día sí y día también, se nos insulta llamándonos asesinos, sanguinarios, torturadores,
sin olvidar otras lindezas…, y cuando sale uno a defenderse y se limita a preguntar
si se duchan, toda esta gentuza monta en cólera.
Parece que los activistas antitaurinos tienen patente de
corso para decir lo que quieran, pueden insultarnos y hasta tienen derecho a
desearnos la muerte y los taurinos hemos de callar, callar y tragar con su
odio, porque esta gente lo que demuestra es que nos odia. Una gente que
equipara en derechos a un ser humano y a un animal.
Algunos de los tweets que pude leer ayer son simplemente
vomitivos; los taurinos no podemos permitir que estos mensajes continúen, por
lo que es necesario que la Fundación del Toro de Lidia tome, de nuevo, cartas
en el asunto y lleve a los tribunales de justicia a esta gente. Porque ya que a
los taurinos no se nos permite ni hablar, nos tendremos que defender en los
Juzgados.
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