Cada cierto tiempo la extrema
izquierda ha de hacer gala de la superioridad que se cree respecto del resto de
los mortales y, a tal fin, nos deja sus perlas de las que ya hemos hablado en
otras ocasiones en Desde el Caballo de las Tendillas, como Gaspar Llamazares cuando dijo eso de “Ningún terrorismo es
de izquierdas”, o en otro ámbito Cristina Pedroche, cuando afirmó que “ser de izquierdas es querer el bien para
todos”. Y este fin de semana hemos tenido otra chorrada de estas en boca del
diputado Alberto Garzón en la Fiesta del Partido Comunista de Andalucía,
celebrada en Córdoba.
Sí, todavía existe el
Partido Comunista, los que con la hoz, el martillo, el puño en alto cerrado y a
grito de La Internacional se dedican a dar lecciones de democracia y dedican
esa fiesta a la libertad de expresión. ¡Sí, los comunistas defendiendo la
libertad de expresión!
Pero volviendo a las
declaraciones chorras, el líder comunista Garzón, el que bebe las lágrimas por su
nuevo capo, Pablo Iglesias, decía en la clausura de esa “fiesta” que “cuando me
preguntan qué es ser comunista digo que es ser buena persona”. Sí, eso decía
Alberto Garzón…
¿Y a qué vienen estas declaraciones?
Pues sencillamente al intento de la extrema izquierda de dar a entender que ellos
son los buenos y que los que no piensan
como ellos son malas personas. Y aunque las hemos calificado como chorradas, en
realidad son muy peligrosas, porque tratan de dividir a la sociedad. Y eso podría
tener consecuencias muy graves.
Para mí estas actitudes
encierran un sentimiento de superioridad muy peligroso, y me da pánico que las
puedan llevar a la práctica; y es que imaginemos que algún día llegan al poder,
¿legislarán para todos o solo para las buenas personas (los comunistas)?,
¿castigarán a las malas personas (todos los que no somos comunistas)? Y como ser
comunista es llevar dentro un dictador en potencia tengo por seguro que así lo
harían, porque para algo ellos se creen los buenos…
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