Cuando se anunciaron las elecciones primarias para la Secretaría
General (SG) del -hace años- Partido
Socialista Obrero Español, escribí un artículo que titulé “Tres
eran tres… y ninguno era bueno”, en el que resumía mi opinión -ya
reflejada en no pocos artículos anteriores y comentarios en las redes sociales-
sobre los tres contendientes -¿debería decir contrincantes? Tal vez, si a las
tres últimas sílabas de la última palabra me refiriese- que sólo tenían en
común algo que hoy define a una gran mayoría de los que se dedican a la
política: No haber hecho nada en la vida,
salvo medrar y vivir de ella, algunos desde su más “tierna” juventud. Decía
Miguel Delibes algo que viene muy al caso: “Para
el que no tiene nada, la política es una tentación comprensible porque es una
manera de vivir con bastante facilidad”, y sin responsabilidad alguna,
añadiría yo. Aplíquenselo, partidos políticos, y “el que esté libre de
pecado…”, ya sabe.
Comentaba también que, ante el
panorama al que se enfrentaba el PSOE -en descomposición desde la salida de Rodríguez (JLRZ) y “el principiante” Rubalcaba (APB)-, que sus militantes se
encontraban ante la difícil disyuntiva de elegir entre el “susto” que representaba la “Sultana andaluza”, Susana Díaz (SD), y el “miedo” que significaba -sobre todo
para España- el tan prepotente como incapaz y “pertinaz” Pdr Snchz (PS) -millonario consorte, dicen algunos-, ya que la
inanidad del tercero, Pachi López,
más conocido como “Nadie”, (PLN), auguraba pocas opciones para su
candidatura.
Tras el “debate” de la semana pasada,
del que lo “más destacado” - tal vez porque no se vio en todo el acto -, fue la
moderadora -¿de dónde sacarán a estos periodistas?- comenté que el “menos malo”
y quizás el más “coherente” de los tres fue, curiosamente, el tercero en
discordia, del que menos se esperaba, PLN, que puso contra las cuerdas al
aguerrido y defenestrado aspirante al preguntarle qué entendía por nación, de
la que PS salió por peteneras con lo
de “un sentimiento y una cultura” -es decir como el Betis, que diría Carlos
Herrera, o el Atlético de Madrid, convertidos ahí en “naciones”-.
Pues bien, esa militancia, algo más
del 77% del censo -147.000 votos de los proclamados
190.000 afiliados, cifra -se dijo- alcanzada con la ayuda de algunos podemitas,
para facilitar la vuelta de PS, optó por el “miedo” y decidieron, por mayoría -muy
clara, aunque no abrumadora-, que su nuevo SG
fuera el que llevó al partido a sus peores resultados electorales desde la
transición -mantuvo 90 de los 110 escaños que consiguió APB- en poco más de dos años de mandato, empeorados, seis meses más
tarde -hasta los 85 de Junio de 2016-, en las repetidas elecciones generales, forzadas
por su empecinamiento en el “NO es NO” a Mariano
Rajoy (MRB) pero, sobre todo, al Partido Popular, que no es otro el
objetivo del PSOE desde la triste y desgraciada llegada de JLRZ por la Estación de Atocha en Marzo de 2004 -y de toda la
izquierda, siempre -. Como digo, una mayoría, de la militancia “que votó”, el
50’21% -es decir, algo menos de 74.000 afiliados,- dio su apoyo al “reeditado” PS, un escaso 39% del total de afiliados.
Poco, me parece, para una decisión tan importante, pues representa un exiguo
1’36% de los votos del PSOE en Junio de 2016.
Y dos consecuencias, ambas negativas, extraigo
de los resultados de estas primarias. La primera, negativa en lo personal para SD e, indirectamente, para España, es
que su tremenda indecisión, fruto sin duda de su manifiesta incapacidad,
política y profesional -pese a las apariencias-, le ha pasado factura.
Indecisión, digo, al no coger “el toro por los cuernos” -expresión que le viene
que ni pintada siendo de Sevilla, una de las cunas de la tauromaquia- nada más
conocer el resultado electoral de diciembre de 2015 y desaprovechar también la
“segunda oportunidad” que le brindaba el destino seis meses después -Junio de
2016- para haberlo hecho, activando su reserva del AVE para presentarse en
Ferraz con un mensaje claro y ponerse al frente del partido. Incluso, en mi
opinión, desperdició una tercera oportunidad cuando envió a su “media Verónica”
Pérez para “presidir” el Comité Federal en un show que acabó con la
defenestración de PS el 30 de Septiembre pasado, que lo llevó a dimitir al día
siguiente. No se pueden perder tres oportunidades seguidas en menos de un año Dª
SD -ni en política ni en la vida en
general, pero ¿qué sabrá usted?-, salvo que el miedo a tomar decisiones de
altura -lo que parece- le atenace la voluntad, demostrando fehacientemente la
realidad que la ha puso al frente de la Junta de Andalucía, ser “hEREdera” de su “abuelo” político, Manuel Chaves, y de su “papá” político,
José Antonio Griñan, sin mérito
alguno por su parte -ya veremos si con complicidad o no en los delitos por los
que se les juzga a ambos-, que acreditase su llegada a ese puesto, con la
inestimable ayuda de un antiguo compañero de militancia, ahora teñido a
naranja.
La segunda consecuencia negativa,
mucho más grave y directa para España, ha sido, sin duda, la vuelta del
“compañero” PS a la SG, que ha “retratado” de nuevo al
antiguo e “histórico” PSOE -138 años de antigüedad que, insisto, no son lo
mismo que de historia (como presumen), y escasos 70 de lamentables
acontecimientos (amenazas, asesinatos, golpes de Estado, corrupción…) por los
que pasó y pasa España, gracias a sus actuaciones y decisiones-. Pareciera que
ese partido, sin duda necesario para el equilibrio político -después de haber
perdido entre JLRZ y su clon sus dos
últimas siglas, ni es obrero ni parece español, salvo por su situación
geográfica- hubiera conservado las dos primeras para convertirse en el nuevo P.S.,
Partido de Sánchez.
Se abre ahora un panorama incierto para
el futuro de España después de que escucháramos a PS declarar su “arrepentimiento por no haberse puesto de
acuerdo” con PablEstalin tras las elecciones del 20/D/15 -lo dijo en
TV, pocos días después de abandonar la SG
del partido, en Octubre-; de su radicalización hacia la izquierda y el
nacionalismo separatista, afirmando que “España es una nación de naciones”
y, sobre todo, habiendo comprobado su enfermizo empecinamiento en llegar a la
Moncloa “como sea” y, lo peor, “con quien sea”, aún a costa de acabar
con la precaria y relativa “estabilidad” política -sé que es muy atrevido
llamar estabilidad, aunque sea con apellidos, a lo que vivimos en el Congreso a
diario- y el indudable crecimiento económico que ahora existe.
Faltan por ver las purgas que, sin
duda, van a venir en el nuevo P.S. -la primera ya, la “autopurga” del “juncal” Antonio
Hernando, adelantándose a una “muerte anunciada”- y la nueva ejecutiva con la
que va a contar, aunque conociendo la mediocridad del personaje, su “equipazo” anterior -¿volverá a cumplirse lo de “mediocre llama a
mediocres”?- y a algunos de los que ahora lo rodean -alcalde de Jun incluido y
Ley de Murphy- cabe albergar pocas esperanzas. Y, ya veremos, si no se une al
final con el purgado, Iñigo Errejón -que sin duda le tendrá “muchas ganas” a
su, antes, amado “Lidl”-, para intentar una nueva forma de llegar a la
presidencia del gobierno aunque sólo sea por unos meses… o unos días. Otra cosa
habría más lejos, aunque fuera el final del antiguo PSOE o de España, para
alegría de “Riverita”, el nuevo “progresista liberal, pero socialdemócrata” y
lo que haga falta. Por cierto, un Rivera al que Aznar -en una nueva “metida del
dedo en el ojo” a MRB- invita para
clausurar el Máster sobre Liderazgo y Gobierno del Instituto Atlántico, donde
hablará de “Los retos del liberalismo y la Unión Europea”. ¡Qué cosas hay que
ver!
En resumen, creo que, sin hacer casi nada, otra vez, volvió a ganar Rajoy. Y van…
No hay comentarios:
Publicar un comentario