Tras el pacto de cogobierno entre PSOE e Izquierda Unida en
Córdoba, muchos intuíamos que este acuerdo seguramente no llegaría a mayo de
2019, pero lo que no podíamos esperar es que a estas alturas ya se iniciaran
las hostilidades y que, además, trajera problemas entre la propia IU y Podemos.
Y es que Podemos Andalucía ha remitido una carta a la
dirección regional de Izquierda Unida en la que exige que estos salgan de los
gobiernos municipales que comparten con los socialistas, para que ambas
formaciones puedan trabajar en su candidatura conjunta a las próximas
elecciones municipales. Algo que ha sentado muy mal a los comunistas cordobeses
que han contestado a Podemos diciendo que “no recibimos órdenes de nadie” y que
la soberanía de IU es de toda su militancia.
Así las cosas, tenemos a una Isabel Ambrosio que va a empezar
a actuar a la defensiva, más todavía, intentando pasar por la víctima de un
pacto en el que ella vende la imagen de moderada, aunque sea tan radical como
sus socios y responsable, como alcaldesa, de todo lo que se haga en
Capitulares. Tenemos a un Pedro García, que está encantado en el gobierno
municipal, con todos sus colegas bien colocados, regalando cargos en el
ayuntamiento a sus camaradas y controlando las áreas más importantes del
consistorio. Y a Ganemos, marca blanca de Podemos, que ya está exigiendo a IU que
se salga de la Junta de Gobierno Local y moviendo ficha de cara a las
negociaciones para la candidatura de unidad popular en las municipales.
Y mientras esto pasa, ¿qué ocurre con la Ciudad? Pues que los cordobeses vamos a sufrir, más todavía, de una ciudad parada, de un gobierno municipal sin ideas, sin proyectos y preocupado de sus peleas entre sí. Esta situación no beneficia para nada a Córdoba, pues PSOE, IU y Podemos ya están pensando en su futuro electoral, a dos años, vista, en vez de pensar en los cordobeses y sus problemas.
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