Hoy
recordamos en Desde el Caballo de las Tendillas y os traemos un artículo
publicado en noviembre de 2014, un artículo perfectamente aplicable a lo que
estamos viviendo estos días…
Hoy
os traigo una historia que me ha llegado vía WhatsApp y que resume de una forma
muy clara y simple lo que está ocurriendo con el gobierno de la Generalidad de
Cataluña y Artur Mas.
<<He
pensado yo, que voy a ejercer mi derecho a decidir.
El
lunes voy a ir a hablar con el administrador de la comunidad de vecinos de mi
edificio, para informarle de que pienso pintar la fachada de mi piso de verde.
Ya
me imagino su reacción, se negará a negociar, me dirá que tiene que estar toda
la fachada del mismo color, que para pintar el edificio lo tendrían que votar
todos los vecinos de la comunidad…
Me
voy a negar en rotundo, le voy a decir que el 15 de enero, digan lo que digan
tanto la comunidad, como el ayuntamiento, yo mi fachada la pinto de verde, que
ejerzo mi derecho a decidir y que además se va a hacer una votación, pero nada
de votar todos los vecinos, ellos no viven en mi casa, por lo que se votará
únicamente en mi casa.
Ya
lo tengo todo maquetado: no voy a poner un mínimo de participación, también
podrán votar los menores de edad (tengo un niño de 2 años y una niña de 5, que
dirán que sí, porque les he dicho que el verde es más bonito, que mola más y
que serán la envidia del barrio), mi mujer dice que ella pasa de votar, que no
está para tonterías y que hay que hacer lo que decida la comunidad, será facha
la tía esta. ¡FASCISTA!
Además
podrá votar mi hermano ya que trabaja aquí y puede subir a casa cuando quiera,
como le he prometido un aumento de sueldo (que no pienso cumplir), votará que
sí.
También
podrán votar unos colegas míos y vienen a mi casa de vez en cuando, a los que
les he prometido cervezas de marca y jamón ibérico si apoyan mi decisión,
luego les pondré cerveza del Día y patatas fritas como hago siempre, en
el mejor de los casos.
A
la comunidad les diré que o me dejan hacerlo o dejaré de pagar la comunidad.
Por
supuesto, los votos los contaré yo mismo, con lo que entre mi voto, el de mis
dos niños, mi hermano y mis cinco colegas suman 150 votos a favor y una
abstención de la facha de mi mujer, que precisamente es la única nacida aquí.
Ah!
Y el dinero del jamón ibérico y las cervezas lo cojo de lo contribución
vecinal>>.
Solo le ha faltado contar a este propietario que la gran mayoría de los muebles que tiene en su casa han sido comprados gracias a los préstamos que le ha facilitado la comunidad de propietarios; y que otros que compró él directamente todavía están por pagar. Esperemos que en esta comunidad el presidente sepa dejar las cosas claras y atajar este tipo de iniciativas.
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