No han dejado de suceder cosas que merece la
pena comentar, en una semana de aparente calma en el escenario secesionista, al
que nos llevó el desinflado órdago de unos lunáticos, en “su realidad
paranoica” inventada, hasta que llegue el próximo 17 -si se produce- y la
anunciada comparecencia del fugado Puchemón ante la corte flamenca belga, buscando
“jugar en casa” independentista.
Quizás la más destacable sea la repentina
“conversión” de los hasta hace pocos días secesionistas rebeldes -proclamadores
y firmantes de la república catalana- encabezados por la desde el pasado día 9
-tercer aniversario del 9/N de Arturo-
“santa Carmencita del parlament ni un
paso atrás” que prometió ante el supremo “ser buena” y nunca más “volver
a ‘pecar’ ni dedicarse a la vida pública”. Y como ella, sus compis de mesa
y uno de los mayores defensores del derecho a decidir y de la patochada del
1-O, el diputado Joan Tardá que recula
del discurso rupturista, se hace “demócrata” y dice que “Sólo habrá independencia si así
lo quiere una mayoría de catalanes” y que “si no la hay es porque no hubo
esa mayoría” -yo diría que cuarto y mitad de catalanes, en el escenario
más optimista para los independentistas-, añadiendo que “sólo estábamos legitimados para
iniciar el proceso de la independencia, pero no para proclamarla”, un
santo varón, vamos.
También vivimos esa particular “huelga a la catalana”, de la que se
desmarcaron los principales sindicatos, UGT y CCOO, con otra “actuación contemplativa” de los mozos
-ahora, supuestamente, a las órdenes del Ministerio del Interior- ante la
agresividad de grupúsculos que consiguieron paralizar algunas de las
principales vías de comunicación. Fueron pocos, pero debidamente multiplicados
por algunos medios de comunicación que, con su ‘objetividad’ característica, dijeron
eso de “cortan las autopistas con niños, sin que actúe la policía” -foto
del “corte” incluida-, cuando en realidad se trató de la burda manipulación de cinco
pequeños puestos al efecto sobre la calzada vacía, unos metros detrás del grupo
que cortaba realmente la autovía, pero todo vale para vender lo que se quiere
vender -¿dónde estaban los portavoces de esas plataformas defensoras de los
derechos del menor?-. Cierto que esos niños no debían estar allí y que habría
que haber detenido a los padres por oportunistas e irresponsables, pero está
feo utilizar tan zafia y tendenciosamente esa noticia como hacen algunos pertinaces
detractores del Gobierno -Federico
Jiménez Losantos y Cía. entre ellos-.
Apareció de nuevo el amigo Arturo Mas, en esa línea de “conversos
a la fuerza”, en el Club Siglo XXI de Madrid, con otros representantes de
la política catalana, entre los que estaba el Presidente del PP Javier Gª Albiol y el expresidente
charnego, el “bachiller Montilla” -“inocente”
también-, donde dijo que estaba “recogiendo la solidaridad de miles de
personas en Cataluña” para recaudar los 5’2 MM € de fianza, impuesta el
Tribunal de Cuentas por los actos del 9-N de 2014, a él y ocho más -no serán tan solidarios, por cierto, cuando se desmarcaron-
y que había “visto bien al sucesor fugado, dentro de lo que cabe estando lejos de
su familia y fuera de su tierra” -y escoltado por dos mozos, uno de
ellos expedientado ya por Interior- que demostró su “valentía” aclarando “soy
responsable principal de este proceso hasta el 10 de enero de 2016", pero “me desmarco de lo de ahora, por si las
moscas, que esto se está poniendo serio” le faltó decir, aunque seguro que
lo pensó.
Otro asunto destacable es el que vuelve a
plantear este nacionalismo resentido y sectario, apoyado por la izquierda,
radical o moderada, que vuelve al despropósito recurrente sacando de nuevo a Franco, casi cuarenta y dos años
después de muerto -habrá que recordarles que ese aniversario será el próximo día
20- ¡Ah!, que entonces no existían y los pocos de esas tendencias en 1975, estaban
fugados o escondidos. Ya entiendo.
Pues bien, el PDeCat -otra P al final para
formar las siglas de “Panda De Catetos y Provincianos”, los definiría mejor-, esa
franquicia de la burguesía catalana inventada para desviar la atención de la
corrupción de su matriz CiU, propone ahora al Congreso -en el que no deberían
estar, pero del que siguen cobrando- una ley para “declarar nulos e ilegítimos los tribunales de Franco”. O sea, que
volverían a la ilegalidad los que se beneficiaron de la amnistía decretada por
esos tribunales franquistas, que eso eran cuando tan generosa y conciliadora
dádiva de 1975/77, tras la muerte del Generalísimo y la llegada de su, elegido
por él, sucesor a título de Rey -recordémoslo también- que también sería nula e
ilegítima y con ella la de su sucesor, derivado de un acto de tal naturaleza. Mucho
me temo que, con el apoyo del resto de fuerzas nacionalistas, de la extrema
izquierda comunista -Podemos/IU- y la
ambigüedad característica de Partido
casi Siempre Opuesto a España, puede
salir adelante. Ciudadanos, como siempre, cuando no ve oportunismo rentable,
anuncia su abstención. Cualquier día veremos una petición para negarle a Franco
la nacionalidad española -o incluso el hecho de haber nacido en El Ferrol
(antes, del Caudillo)- y con los mismos mimbres que ahora son mayoría en el hemicirco
de la Carrera de San Jerónimo podría prosperar. “Cosas veredes, Sancho…”, decía
el Ingenioso Hidalgo. Todo vale para desviar la atención de lo importante, pero
la Justicia ha empezado un camino y llegará al final, que es lo que esta
gentuza no quiere. Por cierto, ¿por qué nadie pide juzgar los golpes de estado de
1934 y los delitos electorales del frente popular de febrero de 1936, que
acabaron con el Alzamiento y la Guerra
Civil de 1936/39? ¡Ah! eso no toca, ni conviene, a izquierdas y
nacionalistas. Y mientras, el turismo y
las empresas siguen huyendo de Cataluña y otra de las “joyas” argentinas
importadas para romper la España que les dio cobijo, un tal Pisarello, habla de
“smart citess” -todo un ‘genio’ hablando de inteligencia-.
Además,
en su entrevista con Carlos Herrera,
el Presidente Mariano Rajoy demostró
estar en forma al postularse, sin hacerlo -buen gallego él-, como candidato
para las próximas elecciones, que no duda de que serán cuando se completen los
cuatro años de esta legislatura, es decir en 2020 -puesto que empezó en 2016- y
le soltó un contundente ‘zasca’,
como se dice ahora, a su antecesor José
Mª Aznar -y, recordémoslo, nominador digital- cuando dijo “yo
no le di ninguna transferencia a Cataluña”. ¿Ve como está más guapo
callado, don José Mª, señor del Majestic?
Termino
y, para que no falte de nada, en la tan tradicional como eufemística e
inefectiva -por no decir inútil- jornada de “control del Gobierno” de los
miércoles, el rufián¹ Gabriel Rufián
-perdón por la redundancia-escenificó su ya habitual numerito, cambiando la impresora
por esposas -¿adelanta lo que le espera?- y decir pidiendo que lo mirasen -¡qué
pereza¡- un “Ustedes nos han molido a palos y les aseguro que nosotros les
moleremos a votos. Y por cierto, ojalá
un tal M.Rajoy esté algún día con una de estas”, a lo que el
prudente Ministro del Interior, Juan
Ignacio Zoido -si es más bueno lo hacen santo- le afeó su “minuto de
gloria” para decirle que “los que usted llama salvajes son servidores
públicos” y rematarlo con “en este País nada sale gratis y sus
compañeros de Reus tendrán que responder ante el juez por insultar a policías”,
aunque “a ustedes no les gusta que las leyes se cumplan ni cumplirlas”
y acabar recriminándole que “dijo usted que estaría aquí sólo 18 meses -hasta
conseguir la independencia, se entendió- pero sigue aquí”… cobrando, le faltó decir, ante lo que Rufián se
levantó de su escaño y se fue ¿Será del todo?, ¡qué optimista soy a veces!
Ánimo, Sr. Zoido, se puede ser un poco más duro incluso y no pasa nada.
Aquí
lo dejo en espera de lo que nos depare el próximo día 17 y siguientes en la
continuación de la ópera bufa del escoltado expresidente ¿Algo que decir Sr.
Magistrado belga? Seguiremos atentos.
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