Lo de Isabel Ambrosio no
tiene nombre y está haciendo mucho daño a la Ciudad, porque la socialista ha
tardado casi año y medio en enterarse de qué va esto de ser alcaldesa y en el
Pleno sobre el estado de la Ciudad celebrado ayer en su último turno de palabra
y sin posibilidad de réplica por el resto de grupos municipales, presentaba una
serie de medidas que pretende aplicar en los menos de tres años que le quedan
al frente de la alcaldía. De vergüenza ajena.
Al menos la Sra. Ambrosio
confirmaba lo que decía hace un par de semanas sobre eso de coger
ritmo en el gobierno de Córdoba y como si se tratara de un pleno de
investidura a la Alcaldía concretaba 14 compromisos a desarrollar en nuestra
ciudad, añadiendo que se reuniría con todos los grupos municipales para
pedirles su apoyo a los mismos.
Una huida hacia delante
de Ambrosio, una huida a ninguna parte, porque cada día tengo más claro que la
alcaldesa de Córdoba está sobrepasada por el cargo y la responsabilidad,
demostrando que no tiene el nivel suficiente para ocupar el cargo que ocupa.
Porque digo yo, ¿y alguien ve lógico estas propuestas de la alcaldesa cuando ya
tiene firmado un pacto con IU y Podemos?
Porque ya puestos, en vez
de esas 14 medidas, que más que medidas son fuegos artificiales, Isabel
Ambrosio podría adoptar las 5 que le ofrecía el portavoz del Partido Popular, José
María Bellido, propuestas serias y coherentes y adaptadas a las necesidades de
Córdoba, no los brindis al sol de la socialista.
La situación de Córdoba
es preocupante, con una persona al frente del Capitulares incapaz, al igual que
su socio García; unas personas que no saben gestionar, algo palpable cada día
en las calles, en los servicios municipales, en las políticas que necesitamos los
cordobeses para que el Consistorio ayude a crear empleo y riqueza para sus
vecinos. Porque Córdoba se desangra.
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