Hoy en Desde el
Caballo de las Tendillas contamos con una nueva colaboración de Antonio de la
Torre, que nos habla sobre los congresos de PP, Podemos y también nos comenta
el e Ciudadanos…
El pasado fin de semana ‘coincidieron’ en Madrid los
congresos de los dos partidos ‘extremos’ del arco parlamentario -aunque el teórico
derecho, a mi juicio, lo sea sólo en lo relativo-.
Por un lado, el del Partido Popular, “España Adelante”, que se celebró en el recinto deportivo de la
Caja Mágica -curioso “apellido”, el del escenario, para un “prestidigitador” de
la política, como don Mariano-, y del
que, posiblemente, lo más importante sea que no pasó nada imprevisto -como era
de esperar- salvo la ‘reivindicación’ del ave de su logotipo, que nunca fue una
gaviota sino un charrán -carroñera la primera y noble pescador el segundo-,
como su creador había explicado en su día sin mucho éxito. Así que el 18º Congreso
del PP, celebrado con dos años de retraso, pasó como si de un trámite se
tratara y todo sigue casi igual: “¿Para qué cambiar lo que funciona bien?”,
nos dijo a su conclusión el Sr. Rajoy
-“querido líder” desde el domingo-. Y tiene razón en lo que dice. Otra cosa es
que haya funcionado bien el PP -o, mejor dicho, el Gobierno del PP- en estos
años, pero ese es otro tema. Claro que los despropósitos y/o batallas campales
de sus tres directos contrincantes -y digo tres-, relativiza mucho sus, a mi
juicio, evidentes desaciertos o, mejor dicho, omisiones, porque no se hizo casi
nada en muchas cosas lo que, como es obvio, impide el desacierto. Sí le pongo
un ‘pero’ a este Congreso del PP -no quiero decir que no pueda haber otros- y
es que fuera Javier Maroto el que
dijera eso de “Hemos refundado, rearmado ideológicamente nuestros principios, por ejemplo en
materia social” porque, sin ánimo de entrar en la
conocida tendencia personal del confirmado Vicesecretario de Acción Sectorial
-que respeto, como no podía ser de otra forma-, no me parece que represente él,
precisamente, ese “rearme ideológico”
de los principios del antiguo PP ni de una gran mayoría de los que, pese a todo
-el mal menor sigue funcionando-, seguimos votándolo.
El segundo Congreso fue el de Podemos, en un intento fallido de contraprogramación, para el que también parece que el recinto fuera elegido a propósito, la antigua Plaza de toros de Vistalegre, lugar idóneo para una ‘charlotada’ popular en la que la batalla declarada hace meses entre los dos carismáticos líderes -dos del quinteto fundador-, presagiaba cuchillos voladores si no algo más, que lo hubo, como algún ‘enano’ saltarín, ‘bomberos’ torero, y hasta espontáneos. Las dos candidaturas principales, ‘Podemos para todas’ -curioso el femenino que Iglesias exhibe muchas veces, tal vez para demostrar lo que decía sobre ser “el más masculino y el más femenino de todos”- y ‘Recuperar la ilusión’, mostraron sus distancias dejando claro que la segunda no despertó la suficiente ‘ilusión’ para decepción del “alumno más brillante” -como el profesor Monedero definió a Errejón- y de su número dos y fiel ‘escudera’ -la ‘despechugada’ y ‘pijoprogre’ Rita Maestre (“libertad de expresión”, decía)-. Lo más destacado fue la victoria -mayor de lo esperado, sí, pero no tan abrumadora como se ha dicho en algunos medios- del amado ‘lidl’, que se ‘desmelenó’ ante sus fieles, dejando caer que “las portavocías deben feminizarse” -¿aviso a navegantes?-.
Como decía, hubo alguno más, como Miguel Urbán (Izquierda Capitalista) y su ‘Es la hora de la gente’ -poca, eso sí-, que se quedó sólo con 2
miembros en el nuevo Consejo Ciudadano - un exiguo 3%- frente a los 38 -60’3%- y
23 -36’5%- de sus dos rivales. Y tampoco faltó el espontáneo, un casi
desconocido militante, Fernando Barredo, profesor de Arte ¿? de Toledo y promotor de la
corriente “Podemos en equipo”, cuarto en discordia, según reivindicó
él mismo en la tribuna: "¡Somos cuatro las candidaturas que estamos aquí!", dijo el que ya es ‘el
feo de Podemos’, como se definió él, y que recordó a Pablo Echenique que
había dicho que la Comisión de Garantías era el órgano que mejor funciona en
Podemos: "Es cierto que lo dijiste, ¿verdad Pablo?" -las imágenes mostraron al
aludido, que asintió sonriente, ‘sacando pecho’-, para atizarle con saña a
continuación: "Yo tengo que decir que… con algún matiz. Y es que una comisión de
garantías que tiene ¡¡ochenta y tantos mil casos!! -gritó- sin
resolver, no me parece que sea el ejemplo de lo que mejor funciona en Podemos.
Porque si lo que mejor funciona es una comisión que tiene más de ¡¡ochenta
miiiil!! –gritando aún más- casos sin resolver, decidme a mí qué coño funciona
aquí”. Echenique se
comió la sonrisa, miró a uno y otro lado en un ‘tierra trágame’, mientras Barredo
seguía su bronca: "La comisión de Garantías no puede hacer reuniones secretas porque
no las hace ni el Tribunal Supremo de España, y nosotros practicamos
transparencia. ¿Qué tal si lo hacemos con el ejemplo?" –no es mala
propuesta, para todos-, entre carcajadas de asistentes, caras de asombro y una música
“in crescendo”. Lo dicho, una charlotada.
En resumen, dos congresos que pueden resumirse en uno, el del PP,
que triunfó en los dos frentes, me atrevería a decir, demostrando lo que decía
al principio sobre la “magia” de Rajoy, que consiguió, tras casi un año en
funciones, formar Gobierno, reforzar su imagen ante los suyos, demostrar que no
hay alternativa para España y dejar a su rival descolocado e incluso un poco
más lejos.
Junto a estos eventos creo que se avecinan varios regresos, tres a
primera vista. El primero el de Errejón, posiblemente a la nada universitaria
de asamblea, de dónde nunca debió salir, que tal vez le lleve a solicitar de
nuevo esa beca que nunca desarrolló salvo en lo del cobro. El segundo -que más que
un regreso es quedarse en la posición de partida-, el de Mª Dolores de
Cospedal, que sigue como Secretaria General del Partido Popular, aunque le
hayan colocado al lado a un Coordinador General ‘adjunto’, que la liberará del
día a día, aunque no sabemos si se esconderá algo más por eso de que “los
designios de Rajoy… son inescrutables” -perdón por la paráfrasis-. Y también
podría producirse el retorno de Juan Carlos Monedero a la vera de Iglesias. El
tiempo dirá. Y el ‘joven’ Arenas, sigue.
Por último, adelantada una semana, la declaración del, hasta
ahora, último cambio de tendencia de Albert Rivera, que esta vez apuesta por el
“progreso” declarándose “liberal progresista” y abjurando de su
reciente pasado socialdemócrata con el que justificaba en su web la razón de ser
de su partido: “por el vacío de representación en el espacio electoral de centro
izquierda no nacionalista”, decía hasta hace unos días su ideario, que -en
mi opinión- ‘acercó’ a su entorno a no pocos arribistas y no menos ‘desechos
políticos’ -el que prueba no se va, si puede- procedentes de la casi extinta
UPyD, del PSOE y demás “liberales” de la izquierda socialista -también de alguno
del PP reconvertido al socialismo tras su paso por UPyD-. Este muchacho -‘prohombre’
ahora-, que debe su realidad política a la inicial de su nombre y a una
foto ‘ligerito’ de ropa, demostró su postura ‘firme’ con frases
como “Votaré NO a cualquier
pacto de perdedores”, “NO apoyaré ni al PP ni al PSOE” o “Nunca votaré SÍ a la investidura de Sánchez” para dos meses después pactar con él
-es decir, dos perdedores-, y prometía enfáticamente que “Ciudadanos respetará al partido
más votado” mientras se permitía llamar corrupto a Rajoy exigiéndole
que se fuera para apoyar al PP, pero que pactó también con él tras la repetición
de elecciones, es decir, que
pactó con los dos que no iba a pactar, o “Ciudadanos no formará parte de ningún Gobierno que no
presida” para
después estar en varios gobiernos locales de municipios en los que no ganó y que tiene diferentes ‘políticas de
apoyo’, según se trate de Andalucía o de Madrid, por ejemplo, y que acaba de
“descubrir” el liberalismo de Cádiz y parece que la Constitución de 1812 -dudo
que la haya leído, como ya le pasó con Kant, al que consideró “referente
para los que estudiamos Derecho” pero del que tuvo que reconocer que no
conocía obra alguna-.
Así es este ‘erudito’ que afirmó también que “esta
situación –de inestabilidad política, se refería- sólo la pueden arreglar
-en realidad quería decir ‘podemos’, pero no se atrevió a tanto- los
nacidos después de 1978”, muy en la línea de Iglesias que quería “resolver
el problema de las pensiones acabando con los abuelos”. Mientras, en
USA y Alemania, gobiernan abuelos.
En definitiva, con estos mimbres y la perspectiva que presenta el
PSOE, con la más que previsible pugna entre los tres candidatos que se
postulan, a cual más mediocre, Pachi López, Pdr Snchz y Susana Díaz -parece que
al final cogerá el AVE a Madrid-, el futuro ‘imperfecto’ de España pasa por las
manos del Sr. Rajoy, sólo o en compañía de un pacto de Estado con el PSOE -si
aparece un rapto de inteligencia y sentido común tras el Congreso y primarias
del partido de la rosa el próximo verano- al que se podrá unir, o no, lo que
sea entonces Ciudadanos, que a lo mejor se alinea con el Partido Republicano de
Donald Trump o con el Frente Nacional de Marine Le Pen, cualquiera sabe.
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