He de deciros que ayer estuve con Susana Díaz,
ayer me solidaricé con la Presidenta de la Junta de Andalucía, pues las
declaraciones del cónsul de España en Washington, un tal Enrique Sardà Valls, además
de estar fuera de lugar fueron un insulto a todos los andaluces. Y ayer los
andaluces, después de mucho tiempo, fuimos uno y actuamos en común contra
alguien que intentó ridiculizarnos.
Además, tras las quejas de la propia Junta de
Andalucía, del Presidente del PP andaluz, Juanma Moreno, y de muchos otros
políticos andaluces el Gobierno de España, por medio de su Ministro de Asuntos
Exteriores, cesaba al cónsul de su cargo. Algo que aplaudo y que agradezco a Mariano
Rajoy.
Y es que ya está bien de que la gente se ría y
ridiculice el acento andaluz. Los andaluces tenemos nuestro acento, como ocurre
en el resto de España, pero es que en la propia Andalucía hay cientos de
acentos y un gaditano no habla como un cordobés, ni un granadino como un jienense
o un sevillano como un almeriense; de hecho dentro de una misma provincia hay
diferentes acentos.
El acento andaluz es parte de nuestra cultura,
de nuestra historia, algo que se ha forjado a lo largo de los siglos y los
andaluces no podemos permitir que se rían de algo tan personal como es nuestra
forma de expresarnos. Que la gente haga chistes y tire de tópicos se puede
entender, es algo lógico y que todos hemos hecho alguna vez, pero no se puede
permitir que eso lo haga un representante público, por eso aplaudo la decisión
de cese.
Y que tomen nota, cuando nos atacan los andaluces nos unimos. Y unidos podemos ser imparables…
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