Ayer saltaba la noticia, noticia que ya estaba
tardando, en la que un deportista en los Juegos Olímpicos decía que participaba
con España pese a no sentirse español. En este caso se trata de Alex Fàbregas,
jugador de la selección española de hockey sobre hierba.
Es normal que entre los deportistas del equipo
olímpico español siempre alguno utilice el discurso independentista para
hacerse notar, y así lograr su minuto de gloria. Poco caso habría que hacerle,
creo que los medios no deberían destacar tanto este tipo de noticias pues, en
mi opinión, el interesado lo que busca es notoriedad.
Otra cosa que me preocupa es el estado de este
deportista, Alex Fàbregas, pues posaba de esta guisa en su cuenta de Twitter
hace unos días. Si no te sientes español no mandas una foto con el chandalito (y además con el telediario de TVE en la
tele).
Imagino que este chico tendrá sus razones ideológico-políticas
para realizar estas declaraciones, pero también podría ser una búsqueda de
notoriedad ante un futuro incierto. Su carrera deportiva se acaba, no sabe qué
le deparará el futuro y esta es una forma de buscarse algo, haciendo méritos
ante la caverna nacionalsocialista, que seguro ya lo han tomado por un héroe.
El nacionalismo tiene estas cosas, al que hace
declaraciones incendiarias, al que logra protagonismo (su minuto de gloria)
mediático lo elevan a los altares, como si se tratara de un guerrero en la
lucha por el independentismo. Ayer no había más que leer la prensa
nacionalista.
Por lo que este Alex Fàbregas puede parecer más
listo de lo que intuimos. Puede ser que haga lo mismo que muchos otros en
Cataluña o el País Vasco, acentuar su nacionalismo, hacerse más
independentistas que nadie intentando poder vivir del régimen. Seguro que este
chico recibe muchas ofertas para formar parte de alguna candidatura electoral, y
más de un ayuntamiento no tendrá problema en facilitarle una escuela deportiva
o algún cargo de asesor para el desarrollo del deporte.
Así son las cosas, pensaba que este verano, dada las
circunstancias en las que nos encontramos, habrían menos noticias tontas. Pero
siempre habrá un micro para el que busca su minuto de gloria.
Visto desde esta perspectiva, no es tanto el tipo, insolidario y maleducado con sus compañeros sí, pero tonto no.
ResponderEliminarVerguenza de estos catalufos, ARRIVA ESPAÑÑA
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