Ayer me llegó un correo electrónico que incluía un video
que me llamó mucho la atención. Por lo que en él se dice he enlazado el mismo
en este artículo, merece la pena dedicarle los 3 minutos que dura la
intervención.
Para lo que no hayáis visto el video os diré que lo
protagoniza Xabier Agirre, portavoz del PNV, y en el mismo este representante
del PNV explica las condiciones que imponía Izquierda Unida para llegar a un
pacto con los nacionalistas en la Diputación Foral de Álava. Según deduzco los
comunistas daban razones programáticas para no pactar con el PNV y, al parecer,
nada más lejos de la realidad. De razones programáticas nada de nada. Los
representantes de IU exigían contrataciones de personas de su confianza, además
de otras colocaciones en diversas fundaciones, alguna cercana a la BBK y en
consejos de administración de las cajas vascas; y también pedían que el PNV
mediara para que se les otorgara un préstamo de 600 mil euros. De verdad, si no
has visto el vídeo merece la pena escucharlo.
Y desgraciadamente no me ha sorprendido. Lo que sí
me ha sorprendido es que no haya tenido conocimiento del mismo hasta ahora y
que, en su momento, no hubiera sido portada en toda la prensa nacional. ¿Tan
asumido tenemos que esto ocurra que no es noticia? ¿es algo tan normal que,
después de esto, nadie en IU dimite?
Y me temo que esta situación no es aislada del País
Vasco ni de un solo partido, me temo que esto ocurre en casi todos los procesos
de negociación. Me temo que esta actitud es “parte” de nuestra democracia, pues
así la entienden muchos de nuestros políticos.
¿Qué peaje se ha tenido que pagar en Andalucía para
que IU apoye al PSOE? El vídeo que hoy traigo me temo que contesta esta pregunta por sí solo. Es una
vergüenza para nuestra democracia que cosas así ocurran ¡y no pase nada!
¿Por qué callan los partidos? ¿por qué callan la mayoría de los
medios de comunicación? ¿por qué no dimite nadie consecuencia de estas graves
acusaciones? ¿por qué la sociedad civil no hace nada? Son preguntas de muy
difícil respuesta, pero aquí pongo mi grano de arena, intentando que la
sociedad civil despierte y se dé cuenta de en manos de quiénes estamos.