Ayer
se hacía público algo que muchos ya nos barruntábamos, algo que por ser
esperado no ha dejado de llamarnos la atención. Y es que ayer Santiago Abascal
hacía público que había solicitado al Presidente del Partido Popular, Mariano
Rajoy, la baja como militante de los populares.
Abascal,
nacido en 1976, lleva desde los 18 años vinculado a la política; desde 1999 a
2007 fue concejal de Llodio y entre los años 2004 a 2009 fue miembro del
Parlamento Vasco. En 2006 fundó la Fundación para la Defensa de la Nación
Española, de la que es Presidente. Desde hace unos años ha manifestado
públicamente su malestar con la actual dirección del Partido Popular y con la
deriva que han adoptado en relación a cuestiones tan importantes como el
tratamiento del separatismo en España.
En
una dura carta remitida a Mariano Rajoy, dice cosas como esta: “Hoy, el arrinconamiento de algunas de estas
figuras, y el olvido de otras, pero sobre todo el abandono de sus ideas y
políticas, de nuestros principios y valores, me han llevado a tomar esta
decisión como en su día ya la tomó José Antonio Ortega Lara”, también añade
que “he llegado a la conclusión
definitiva de que no hay ninguna posibilidad de cambiar las cosas desde dentro,
y de que el Partido Popular, su estructura, sus abnegados militantes, y su
generosa y patriota base social, a la que no os merecéis, están secuestrados
por la inamovible cúpula dirigente a la que representas, cúpula que ha
traicionado nuestros valores y nuestras ideas” y que “me voy con la conciencia tranquila tras haber topado con el
muro infranqueable de la realidad interna de un partido que habéis acartonado;
los congresos siempre bien amañados, las ponencias políticas convertidas en
papel mojado y la implacable maquinaria del partido convirtiéndonos en “disidentes”
cuando los verdaderos disidentes del PP sois vosotros. Hasta aquí hemos
llegado, Presidente”. Ahí queda eso.
Se
puede decir que ayer nació un líder, sino lo era ya. Muchos somos lo que
pensamos como Santiago Abascal, muchos somos los que hemos abandonado el
Partido Popular, hartos de todas estas cosas, pero que no hemos tenido el valor
o la capacidad de decirlo de esta manera, llamando a las cosas por su nombre.
Muchas gracias Santiago, muchos pensamos como tú. ¡Qué buen vasallo si tuviese buen
señor!
Buena frase esa, y muy cierta, la que lleva el titulo.
ResponderEliminarEsto caso me hace pensar (y espero que muchos) que no todos los políticos son iguales, pues este hombre defiende cosas justas y honorables. Aunque no hay que negar que se instalado una cierta oligarquía política, que con el apoyo de los poderes financieros y la dejadez del ciudadano campa a sus anchas, como toro de lidia en la dehesa.
Como bien he dicho en más de una ocasión, la corrupción no es de izquierdas o de derechas. Aunque si es cierto que el PP durante el periodo de González, se abandero como el partido de las manos limpias, algo que era cuestión de haber llegado al sistema nada más. Y es que en aquellos años cualquier cosa nos parecía sana, menos el cáncer del PSOE.
Estoy de acuerdo con lo que indicas Alfonso. Un saludo.
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