Esta pasada semana el
Gobierno aprobaba una modificación en la duración de los grados de los estudios
universitarios, entre otros aspectos, con la intención final de adaptarlos al
resto de los países europeos.
Y se ha levantado la
polémica. Como estamos acostumbrados en este País nuestro, en lo relativo a la
educación, como en otras muchas cosas, no existe consenso, no existe una
política de estado y por eso pasa lo que pasa, que el Gobierno del Partido
Popular aprueba una norma sabiendo que el día que la izquierda llegue al poder
será derogada, porque al revés no ocurre eso, porque los populares se comen
todos los sapos que le dejan.
Y como era previsible pues
los rectores de las universidades han dicho que no aplicarán esa nueva
normativa hasta su límite temporal, allá por el 2017, esperando que cambie el
color del gobierno de España y que se
derogue esta normativa. Todo esto en base a la llamada autonomía universitaria,
autonomía de la que ya hemos hablado en Desde el Caballo de las
Tendillas y que configura las universidades públicas como mini estados, pero
mantenidos por los impuestos de los demás…
Yo no sé si esa reforma
legal es buena o mala, si es positiva o negativa para los futuros estudiantes,
pero lo que sí sé es que la universidad pública española está a años luz de las
mejores, porque no hay ni una sola universidad entre las 200 primeras del
mundo, lo que denota que los distintos “planes de estudio” y el actual sistema
docente no es de lo más competitivo y avanzado que digamos; por lo que, en mi
opinión, los rectores y los distintos estamentos universitarios deberían estar
muy interesados en que las cosas cambien, con la intención de encontrar la
eficiencia y situar a nuestras universidades en un peldaño superior. Por eso
cualquier cambio que se proponga, en principio, no lo veo mal, más cuando lo
que se pretende es que se siga lo marcado por países más avanzados. Y es que la
universidad española hay que cambiarla.
El problema es que no se comenta que han subido casi al doble lo que tiene que aportar un estudiante para poder llegar a terminar su carrera universitaria ¿Por qué se ha pasado por alto este detalle?
ResponderEliminarNo creo que haya que reformar muchas cosas, muy pronto solo una elite podrá ir a estudiar.
Aunque esto solo demuestra que la derecha no se preocupa por el resto de los ciudadanos.