Hoy recordamos en Desde
el Caballo de las Tendillas y os traemos un artículo publicado en 2014, en el
que hablábamos de la II República española, u periodo oscuro de nuestra
historia…
Ayer se celebraba el 83
aniversario de la instauración de la Segunda República en nuestro País y muchos
lo conmemoraron en las redes sociales. Muchos se alegran de esa efeméride y les
gustaría que un sistema político igual se volviera a instaurar en España. De la
II República se pueden decir muchas cosas, la inmensa mayoría malas, pues fue
un periodo muy oscuro de la historia de nuestro País; por eso no comprendo como
se justifican sus métodos y se defienden sus formas. Ahí están los hechos y la
historia. Y es que miedo me da que se instaure una república como la que busca
esta gente, porque si así fuera, por el mero hecho de escribir este Blog,
seguramente llamarían a la puerta de mi casa a las 6 de la mañana, ¡y no sería el
lechero!
Y aunque yo defiendo el
actual sistema que tenemos, es decir, la Monarquía Parlamentaria, entiendo
perfectamente a aquellos que preferirían una república, pero por favor, no a
imagen y semejanza de aquella. Y digo a imagen y semejanza porque muchos de los
que defienden la República, ondeando la tricolor y la bandera comunista,
también atacan de forma muy agresiva a la Iglesia Católica, por ejemplo, con lo
que la historia se revive y vienen a la memoria la quema de iglesias, el
asesinato, violación y tortura de mujeres por el simple hecho de ser monjas o
de familias enteras por acudir a misa. Eso fue la Segunda República.
Como comentaba el
periodista Luis del Pino en Facebook, “en un solo mes y en una sola ciudad
(Madrid, noviembre de 1936), la Segunda República asesinó a más gente (hombres,
mujeres y niños) que la Inquisición a lo largo de toda su historia”. Por no
hablar de las represalias y asesinatos de personas de izquierdas por el solo
hecho de discrepar, por ser anarquistas o de la izquierda no estalinista. Eso
fue la segunda República. Por eso no comprendo como se quiere imponer un
sistema político como ese.
Y como decía al principio
muchos lo conmemoraron en las redes sociales, los hangstag #14APorLaRepública,
Viva la República o #QueEmigreElBorbón fueron trending tropic a lo
largo del día, ¡y os podéis imaginar las barbaridades que se soltaban! Y es que
eso fue la Segunda República, y me he quedado corto.
La respuesta a esa inquietud que dejas en tu magnífica reflexión: "Por eso no comprendo cómo se quiere imponer un sistema político como ese", sólo tiene respuesta en la ignorancia tendenciosa que se ha venido sembrando, mejor sería decir camuflando, bajo una lamentable educación histórica -entre otras- lo que no es sino adoctrinamiento calculado para obtener este resultado.
ResponderEliminarSólo así se explica lo que el pasado viernes, aniversario de aquella fatídica fecha, pude ver por la Plaza de la Ópera en Madrid, a eso de las 14:00 horas, un mozalbete de no más de 13 o 14 años, seguramente ignorante de su significado, enarbolando, 'orgulloso' y desafiante, una bandera con la franja inferior despintada a ese morado nauseabundo, hoy 'pabellón' del nuevo partido bolivariano que quiere imponer en España el comunismo trasnochado de hace un siglo, aprovechando precisamente eso, la ignorancia y tergiversación de la Historia, unidas al oportunismo del descontento producido por unos políticos que no han sabido -o querido, en algunos casos- aprovechar el marco democrático que se instauró en 1976-78.
De aquellos polvos, estos lodos y, o “nos ponemos las pilas” de una vez, como vulgarmente se dice o acabaremos arrastrados por ese lodazal con una incierta o tal vez dramática desembocadura.
República, puede ser, pero ejemplos hay en el mundo como para no tomar de modelo aquel desastre del año 1931 que ya vimos a qué final llevó a nuestra España. Eso, y no otra cosa, fue lo que se despertó entre 2004 y 2011 por el nefasto Rodríguez y sus equipos de resentidos y no se ha atrevido a cortar, con claridad y firmeza, nuestro actual Presidente en funciones pese a su mayoría absoluta, otorgada precisamente para eso, por casi once millones de españoles.