sábado, 9 de abril de 2016

RECORDANDO EN DECDLT… POR EL DERECHO A SER ESCOLARIZADO EN LA LENGUA QUE SE QUIERA

Hoy recordamos en Desde el Caballo de las Tendillas y os traemos este artículo publicado en junio de 2012, en el que hablábamos del derecho a ser escolarizado en castellano en Cataluña reconocido por una sentencia del TSJ, algo que parece no está ocurriendo en la actualidad, por lo que esta polémica sigue vigente. ¡Feliz sábado!



Leo en el periódico La Razón la siguiente noticia: “El TSJ de Cataluña reconoce el derecho a ser escolarizados en castellano. El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha reconocido el derecho de cuatro familias a que sus hijos sean escolarizados con el castellano como lengua vehicular en la enseñanza”.

Cualquiera que no conozca la realidad que se vive en Cataluña podría pensar que existen problemas entre el catalán y el castellano. Y los problemas, por lo general, sólo se presentan cuando un castellanohablante pretende relacionarse con la administración y otros entes institucionales, donde el catalán es la lengua exclusiva, por imposición de los políticos.

En el día a día de Cataluña, entre los ciudadanos normales, ambas lenguas se mezclan y se utilizan a la vez, no es raro que entre dos conocidos uno hable en catalán y el otro conteste en castellano, y no pasa nada.

El problema viene cuando una persona solicita en una administración un formulario en castellano o que en el proceso del que sea parte desea que la lengua que se use sea la de Cervantes, en esos casos sí comienzan los impedimentos y las trabas.

Y la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña es muy importante, porque reconoce un derecho fundamental de todos, recogido en la Constitución, el derecho de todos los españoles a conocer y usar el castellano (artículo 3). Por eso espero que el Gobierno central y la Justicia obliguen a la Generalitat a dar el derecho a poder escoger el castellano como lengua vehicular en la educación, a todos los niveles. Que cada familia tenga el derecho a elegir, sin imposiciones de unos u otros, que cada uno pueda elegir la lengua en la que se quiere relacionar con la administración. De esta libertad, del respeto a ambas lenguas pueden aprender los políticos de los ciudadanos de a pie, pues en su día a día la mayoría respetan y utilizan ambas lenguas.

Espero que la sentencia no sirva sólo para enmarcarla.

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