Las
redes sociales, y especialmente Twitter, han cambiado las formas de
relacionarnos. Gracias a las nuevas tecnologías podemos mantener un contacto
fluido y directo con millones de personas, podemos hacernos oír en todo el Planeta
y nos podemos dar a conocer y mantener discusiones con personas que jamás
habríamos imaginado hace unos años.
Yo
creo que todo esto es muy positivo y que va a cambiar la forma de transmitir
noticias, de denunciar y, en definitiva, de comunicarnos. Las relaciones
interpersonales están sufriendo unos cambios importantes y creo que no somos
conscientes del impacto que las redes sociales y, en definitiva, internet tendrán
en todos nosotros en los próximos años.
Pero
siendo todo esto muy positivo, también hay cosas negativas. Y es que es más
fácil que la voz de un tonto llegue a todos los confines de la Tierra. Y también
las voces de los mal educados o violentos, algo que cualquiera que sea habitual
por estos lugares seguro que ha sufrido en su propia pantalla en alguna ocasión.
Y
esta semana lo hemos vivido con un tal Jaime A. Mora, miembro de las Nuevas
Generaciones del Partido Popular, que amenazaba al diputado de Izquierda Unida,
Alberto Garzón, después de que este mostrara su alegría por la sentencia del
Tribunal Europeo de Derechos Humanos sobre la ‘doctrina Parot’; este individuo
escribía al político comunista diciéndole: “aunque pensándolo bien matarte a ti
o a todos los de tu calaña nos va a salir igual de caro! Igual no va a ser tan
malo… Payaso”. Ahí queda eso.
El
caso es que este lumbreras ha presentado su dimisión como miembro de los
cachorros del PP, tras anunciarse que esta organización le había abierto un
expediente de expulsión.
Esto
es lo que tiene la ‘globalización’, que lo que se diga ahí queda, para la
posteridad. Antes esas barbaridades se decían en el salón de casa o en el bar,
y ahí quedaban. Ahora no, ahora la voz de un tonto puede llegar a todos.
Estas cosas demuestran y pone cada uno en su lugar. Aunque no creo que sean cosas de tontos, son más bien de fascistas y franquistas. Al puro estilo de la primera mitad de siglo pasado. Si no estás de acuerdo con algo lo quito y pongo lo que me gusta.
ResponderEliminarEs conocida mis ideas en este blog, en el cual pongo y doy a conocer con respeto mis ideas, y solo espero lo mismo, que lo que doy. Aunque de vez en cuando irrumpe algún tipo molesto para insultar y con eso intentar desprestigiar. Algo que ni hago ni me gusta.
Este ataque demuestra que hay mucha ultraderecha en el PP, no que sean todos, pero si hay bastantes. En casi todos los países de Europa están los conservadores por un lado, liberales por otro, y por último la ultraderecha que en estos tiempos se está haciendo con mucho poder. ¿Cómo pueden convivir todos juntos en el mismo partido?
Pues sí Alfonso, radicales hay en todos los sitios, lo que hay que hacer es arrinconarlos y darles la espalda, pues no han de tener cabida en organizaciones democráticas que respeten las leyes. Y eso ha de ocurrir en todas las organizaciones, ahí tienes el ejemplo del PSOE con Martu Garrote, por ejemplo, que se dedica a decir barbaridades en Twitter y no recibe ni una reprimenda. Un saludo.
EliminarVengo con un cierto atraso: te pido disculpas, Ángel. Deseaba comentar un punto que noto con respecto al uso de las redes sociales, o, mejor dicho, al abuso. Es cierto que tras la despersonalización que brindan las redes cualquier tonto dice cualquier cosa sobre cualquiera y llega a oídos de todos. Hasta se llega a amenazar. Los políticos a veces también abusan de las redes sociales. No conozco este caso en particular, pero hay algunos que le dan al Twitter excesivamente. Las redes sociales no deberían ser usadas para dar comunicados oficiales o para chicanas políticas, pero lo hacen muchos a menudo y así también propician que quienes los siguen se desubiquen en sus respuestas, como en este caso.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola amiga!! Me alegra leerte por aquí. Coincido con tu comentario, lleno de sensatez y lógica. Un saludo!
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