viernes, 8 de noviembre de 2013

EL NEGOCIO DE LA DEMOCRACIA


Según publicaba ayer el diario El Mundo y comentamos en Pensamientos a Vuela Pluma, un informe del Tribunal de Cuentas indica que 17 partidos políticos se encuentran en quiebra. Encabezan la lista Convergencia y Unión e Izquierda Unida con un agujero patrimonial de 21.3 y 14 millones, respectivamente, incluidos sus asociados. Se trata de partidos políticos que cuentan con un patrimonio neto negativo, es decir, en quiebra técnica.

Además se trata de partidos políticos cuyos ingresos, en su mayor parte, provienen de subvenciones y ayudas públicas. Es decir, organizaciones que se nutren del presupuesto público y que se encuentran en quiebra. Se trata, como hemos indicado, de CIU, de Izquierda Unida (y sus partidos federados), del Bloque Nacionalista Gallego, de UPyD, Coalición Canaria y Amaiur, entre otros. Por su parte tanto Partido Popular como Partido Socialista Obrero “Español”, presentan un patrimonio neto positivo.

¿Y qué se puede hacer con estos partidos en quiebra? Porque digo yo que no es muy lógica esta situación. Si por ejemplo, una empresa que mantenga deudas con la administración pública queda limitada en su derecho a presentarse a concursos públicos, ¿por qué estas organizaciones siguen recibiendo subvenciones y pudiendo presentarse a las elecciones? A lo mejor lo razonable sería que esas subvenciones fueran destinadas a paliar su déficit.

Porque en subvenciones los partidos políticos de este País se llevan una pasta. Por ejemplo, en tres años los partidos políticos han recibido 850 millones de euros en subvenciones. De hecho, esta semana se hacía público que UPyD recibe 2.333 euros de subvención por cada uno de los apenas 4.287 afiliados que reconoce. Y de las subvenciones que reciben las fundaciones dependientes de los partidos mejor ni hablamos, porque eso daría para varios artículos.

Cada día tengo más claro que vivimos en una democracia subvencionada y así nos va. Mientras tanto más de uno estará haciendo un negocio redondo a costa de controlar el partido político de turno, el negocio de la democracia.

8 comentarios :

  1. La financiación de los partidos políticos es un auténtico "merder" (expresión valenciana). Me temo que poco podemos hacer al respecto, a no ser que peguemos fuego a algunas sedes y edificios oficiales.

    Permíteme que explique lo que pienso (aunque cualquier abogado se explicaría mejor que yo, que no soy especialista en Derecho).

    El Tribunal de Cuentas fiscaliza las cuentas que le presentan los partidos. Pero ocurre que la ley que los partidos se aprobaron a sí mismos no da competencias a dicho Tribunal para actuar seriamente contra las cuentas de los partidos. Este privilegio se lo concedieron a sí mismos los partidos. Además, el informe del T.C. es enviado a Cortes, es decir, a los propios partidos. Y ahí se disuelve la cosa. La ley, además, prevé cosas como la periodicidad de presentación de las cuentas, cosa que los partidos también incumplen. Porque el T.C. emite un informe en el cual denuncia que las cuentas no han sido presentadas a tiempo. Este informe va a Cortes. ¿Y ahora qué? Pues los partidos políticos se lo guisan y se lo comen. Ellos mismos han de cambiar unas normas que se autoadjudicaron y que les autobenefician.

    El tema de los ingresos de los partidos es otra cuestión en la que la ley, que los partidos se otorgaron a sí mismos, articulas las cosas ambiguamente y permite asignar ingresos públicos pero enmascarados en conceptos que da la impresión de que no son subvenciones. Aunque se marquen un tope de porcentaje de ingresos privados y públicos, estos topes son sobre el papel, luego aparecen conceptos de lo más diverso.

    Estas cuentas van al T.C., el que fiscaliza. Puede emitir, a lo mejor, un informe en el que señale irregularidades. Vale. Bien. Este informe va ... ¡¡¡ a las Cortes !!! Es decir, a los mismos que practican la contabilidad extraña, a sabiendas de que ahí, en su casa, en las Cortes, muere el informe.

    ¿Y?

    Y así todo.

    En mi opinión, hay dos alternativas al sistema español:

    1.- Estilo americano. ¿El problema para este estilo? Sencillo: la mentalidad española, que tanto contrasta con la americana. Allí, en EE.UU., hay lobbys poderosos, hay mecenas que dan dinero a los partidos, en grandes cantidades, montan unas elecciones costosas y muy escenográficas, pero los americanos parecen celebrarlo sin problemas. Hay grupos que apoyan a un candidato según prometa una cosa concreta favorecedora de sus intereses. Etc.

    ¿Cómo aceptaría la sociedad española que un mecenas, pongamos la Duquesa de Montarco, done graciosamente 300 millones al PSOE porque este le ha prometido fabricar desde el gobierno una nueva "Ley de Patrimonios Históricos", por ejemplo?

    2.- Sistema alemán (mi favorito). La financiación privada es libre pero, ojo, importante: para obtener financiación pública has de presentar PREVIAMENTE la contabilidad de los fondos privados obtenidos, y en función de estos fondos, es decir, según la cantidad de fondos que hayas obtenido se te adjudican PROPORCIONALMENTE una cantidad de dinero público.

    Este sistema tiene un gran ventaja: si escondes dinero privado, si obtienes ingresos privados y no los declaras a la fiscalización pública, significa que no aparecerán en la contabilidad que presentas a la Administración y, por tanto, como presentas menos ingresos que los reales, se te concederá una financiación pública menor, dado que esta va en proporción a la privada.

    Pero, lamentablemente, en España hay mentalidades menos abiertas, cutres y localistas. Una tendencia al ocultismo financiero mucho mayor que en otros países. Tenemos virtudes, sin duda, pero graves defectos.

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    1. Hola Romero. Gran aportación!!! La próxima vez me la envías por correo electrónico y lo publico como una entrada al Blog. Muchas gracias.

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  2. Y los que no están con agujeros en sus cuentas es por que se financian ilegalmente, como es bien conocido el caso Bárcenas que los simpatizantes del PP dicen que todo esto es por que este tipo metió la mano en la caja, cuando no es así.
    Puede ser que nos guste un modelo mas que otro, eso es como los colores, pero el modelo de financiar con fondos privados a un partido ya nos hemos dado cuenta que corrompe al partido en perjuicio del pueblo. Eso esta pasando en todos los países hay esta desde hace tiempo en todos los países.
    La única manera que no haya problema es financiándose con el dinero de las afiliaciones. Conseguiremos muchas cosas, entre otras que no se malgaste el dinero del pueblo. Que no haya que se le debe a ninguna empresa nada para que no haya que pagarlo al ganar unas elecciones. Otra cosa que veo fundamental y que se consigue con esto, algo que con este modelo no se hace es acercar a los políticos a los ciudadanos y la calle. Para evitar esa oligarquía que tenemos ahora que hace el sistema de puertas giratorias que tanto daño hace a todos. También nos evitaremos esas campañas tan costosas y con falta de programa real, que al menos a mi me avergüenza.
    Este modelo se copiara también a los sindicatos.
    Esto ya se hizo en España en otros tiempos y no había corrupción en los partidos y ha dado los mejores políticos y sindicalistas de la historia.

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    1. Es una opción muy interesante la que planteas Alfonso. No obstante yo no descarto la financiación privada, siempre que se haga con luz y taquígrafos y esta fuente de financiación sea pública.

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    2. Ya lo he comentado en otra ocasión, pero la financiación privada siempre va con segundas. ¿Por qué una empresa daría su dinero a un partido?
      En EEUU todo se hace con luz y taquígrafos, y cuando algunos de los partidos gana pues de una manera o de otra le tiene que devolver el favor, y todos sabemos cómo se pagan esos favores.

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    3. Pues lógicamente daría ese dinero por un interés, pero por eso digo que debe ser público, para que se conozca y se sea transparente.Otra cosa es que en España eso no fuera posible.

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    4. Pero vamos a ver si lo hace por un interés es algo particular de una empresa. Que yo sepa los estados no están para resolver el trabajo a una empresa o a un sector.
      Por lo tanto ese sistema no funciona, o no va bien con los intereses del pueblo.
      A eso se le llama lógica aplastante.
      Por cierto UPyD no está en quiebra por el enlace que puse el otro dia en unos de los comentarios.

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  3. Una nota UPYD no esta en quiebra técnica, ni tiene fondos propios negativos, esa información, en este aspecto, esta equivocada.

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