Los
sábados recordamos en Desde el Caballo de las Tendillas, y si ayer decíamos que
la Junta de Andalucía tiene abandonados a los andaluces y sus familias hoy os
traemos un artículo de diciembre de 2013, en el que hablábamos de la odisea que
vive un parado en Andalucía, algo que sigue igual…
Andalucía
es una de las regiones europeas en la que el desempleo es más elevado, por no
decir la que más. Según la Encuesta de Población Activa (EPA) correspondiente
al tercer trimestre de 20013, el 36,4 % de los andaluces se encuentra en
situación de desempleo, alcanzando tasas desorbitadas entre los menores de 25
años.
Cualquier
persona sensata, teniendo en cuenta el 1.064.114 de personas inscritas en las
listas del INEM en Andalucía, pensaría que la administración andaluza se vuelca
con los desempleados, preocupándose de su formación, de mejorar el currículum
vitae de cada uno de los parados y tratando de fomentar la búsqueda activa de
empleo y la creación de empresas, pero nada más lejos de la realidad.
Ayer
publicaba la prensa andaluza que el Partido Popular ha denunciado que la Junta
de Andalucía mantiene una "opaca" red de observatorios sobre empleo,
que "ni funcionan si solucionan" y que, además, a juicio de los
populares, "es cara y está sobredimensionada". Dicen en el PP que
"algunos son proyectos falsos, virtuales, supuestamente diseñados para
crear empleo, pero que ni el propio Gobierno andaluz sabe a qué se han
dedicado".
Y
no solo en lo referido a los observatorios sobre el empleo, de los que es la
primera vez que oigo hablar. Y es que si se pregunta a cualquier desempleado
andaluz (seguro que todos tienen uno cerca), éste le podrá explicar su
experiencia en el paro. Primero porque cuando uno va a apuntarse al paro es
recibido en unas oficinas colmadas de gente, en regular estado y con un
personal que está desbordado y que, por lo tanto, como mucho, te pone una
sonrisa, pero poco más puede hacer por el parado. Y segundo porque este parado
te dirá que no ha recibido ninguna llamada del Servicio Andaluz de Empleo
interesándose por su experiencia, currículum o para asesorarle sobre como
afrontar el desempleo. El parado tendrá la sensación de que lo dejan “a la
buena Miguel”, tirado, sin que preocupe su situación y su futuro.
Luego
el parado se entera de que existen unas oficinas llamadas “Andalucía orienta”,
en las que supuestamente te asesoran sobre como encontrar trabajo, como mejorar
el currículum y te aconsejan sobre cursos y te facilitan datos de empresas a
las que visitar, entre otras cosas. Pero también se entera que la Junta ha
recortado ese programa y que en Córdoba capital, por ejemplo, las oficinas del
“Andalucía orienta” del IMDEEC, de CECO y de Fundecor han de echar el cierre
por falta de fondos, e imagino que igual en el resto de Andalucía.
Pues
eso, que a los políticos (y aquí incluyo también al gobierno de la nación) se
les llena la boca hablando de ayudas al desempleado, de programas para asesorar
al parado, pero de eso nada de nada, pues nadie hace nada por el parado, o se
busca él la vida o no sale del desempleo. Da la sensación de que las políticas
de empleo están sirviendo para hacer muy ricos a algunos (y no miro a nadie).
Pregúntenle a cualquier parado.
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