Desde
hace unos años se está generalizando un movimiento contra el Impuesto de
Sucesiones, un tributo que grava las transmisiones que se producen tras la
muerte de una persona. Un tributo injusto, pues se castiga que una persona
durante su vida haya generado un patrimonio, patrimonio por el que ya se pagó
impuestos en su día y por el que han de pagar los herederos por el mero hecho
de recibir algo de un familiar o persona cercana. Un impuesto que en muchas
comunidades autónomas está bonificado casi en su totalidad, algo que no ocurre
en Andalucía y algunas otras, lugares donde se producen verdaderos dramas
familiares, algo que los abogados vivimos (y sufrimos de cerca) con algunos
clientes. Y la presión popular ha conseguido que en Andalucía se acuerde una
reforma, reforma muy criticada por la Asociación Stop Impuesto de Sucesiones.
Una
Asociación que ha criticado de forma muy dura el acuerdo entre PSOE y Ciudadanos,
calificándolo de “chapuza política”, exigiendo que se proceda a la bonificación
al 99.9 % en todos los casos y añadiendo que no se conocen los detalles de ese
acuerdo.
Y
es que este acuerdo de modificación del Impuesto de Sucesiones, aunque es un
paso, no es lo que la mayoría de los andaluces exigen, pues aunque Susana Díaz
y sus secuaces se dediquen a decir que este es un impuesto para los ricos,
saben que no es así, que este es un impuesto que ataca a toda la gente. Y es
que con la reforma acordada, por ejemplo, aquello que reciban hermanos o sobrinos
por herencia seguirá tributando, lo que provocaría que el drama continúe y que
muchos andaluces se vean obligados a renunciar a la herencia de su hermano o su
tía, simplemente porque no pueden pagar el impuesto.
Hemos
dicho muchas veces, hablando de otras cuestiones, que Susana Díaz carece de
sensibilidad social, algo a lo que se ha sumado Ciudadanos, y que se ha quedado
constatado con este acuerdo, acuerdo que no elimina el Impuesto de Sucesiones
en Andalucía.
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