Ayer
domingo se debería haber celebrado la VIII Caracolada “Ciudad de Córdoba”, una
fiesta popular en la que se entregan los premios a los mejores puestos de
caracoles y en la que los cordobeses pueden degustar este producto. Y digo que
se debería haber celebrado porque no fue así; y no fue consecuencia del mal
tiempo o debido a problemas técnicos, sino culpa de la inutilidad de este
cogobierno de PSOE e IU.
Y
es que la Asociación de Comerciantes Caracoleros de Córdoba ha decidido
suspender la tradicional caracolada por las diferencias surgidas con el
Ayuntamiento. Y los perjudicados, como siempre son los cordobeses y los que nos
visitan, pues han visto como esta celebración, que había sido previamente
anunciada y promocionada, al final no se ha celebrado por culpa de Isabel
Ambrosio y su equipo.
Un
equipo que es incapaz de hacer bien las cosas, que tiene a Córdoba abandonada,
que no ayuda al comercio, a los que califica de horteras, ni a la hostelería, a
la que acosa con los veladores, ni al turismo, al que limita con los horarios;
un equipo que, en definitiva, no ayuda al progreso de la Ciudad y de los
cordobeses. Porque la gestión y el buen hacer se aprecian en las pequeñas
cosas, en los detalles y en eso es en lo que esta gente presenta más carencias,
porque a la hora de la verdad no se están preocupando por los problemas de los cordobeses.
Con el Cogobierno de PSOE e IU Córdoba pierde opciones y oportunidades. ¡Y todavía les quedan dos años! Así las cosas, no quiero ni pensar cómo estará la Ciudad de aquí a mayo del 2019… Y es que el hecho de que la Asociación de Comerciantes Caracoleros de Córdoba haya suspendido el día de su fiesta anual por culpa de esta gobierno municipal es mucho más importante de lo que parece, y demuestra lo mal que están haciendo las cosas.
Y sin embargo parece que se les tendrían que dar bien tanto las ollas de caracoles, como los bebederos de patos y la clásicas casa de lenocinio
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