Muchas son ya, desgraciadamente, las veces que hemos hablado de la
deriva del Partido Popular, algo que muchos no nos explicamos (o sí) y que ha
llevado a muchos ciudadanos a dejar de votar al partido referente de la derecha
española.
En Desde el Caballo de las Tendillas, por ejemplo, hemos comentado
varias noticias y declaraciones de dirigentes del PP, como cuando hablamos de
la limitación al alquiler de
viviendas vacacionales, del colegueo de los populares con Bildu o de unas declaraciones de Martínez Pujalte.
Y ahora, en estos días parece que la cosa se ha agravado; esta semana
el presidente de la Junta de Extremadura, José Antonio Monago, decía en una
entrevista con Ana Pastor, en La Sexta, que VOX le asusta, calificando a esta
formación de extrema derecha y, además, no descartaba pactos de gobierno o
puntuales con el PSOE o con Podemos. ¡Ahí queda eso! Bueno, en realidad no
queda ahí la cosa, porque hoy, el Partido Popular del País Vasco votaba en la Cámara
de Vitoria pidiendo al Gobierno de la Nación que no autorice una nueva licencia
para la reapertura de la central nuclear de Garoña (Burgos). En esta votación,
en la que UPyD se ha abstenido, el Partido Popular ha votado junto a PNV,
socialistas y Bildu. Lo más triste es que esto ya no extraña a nadie.
Es decir, por un lado contamos con los antecedentes expuestos, que son
muchos más que los que he señalado; y por otro tenemos al Presidente de una
comunidad autónoma gobernada por el Partido Popular que tacha a VOX de
ultraderecha (demostrando que no conoce nada de esta nueva formación) y a los
dirigentes populares de otra comunidad autónoma, el País Vasco, aliando sus
votos a un partido político terrorista, una vez más.
Así las cosas, solo me queda una pregunta que formular, una pregunta
para la que no tengo respuesta, ¿qué busca el PP con estas actitudes?
Todas estas cosas llevan tiempo haciéndolo, desde que yo lo recuerdo. ¿Cómo ha pasado de ser el salvador de nuestra patria, a ser tan odiado?
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