Se dice que se sabe desde marzo, unos tres meses en los que se supone
que el Gobierno ha estado trabajando en el proceso de sucesión al frente de la
jefatura del Estado. Y digo se supone, porque visto lo visto queda claro que no
se ha hecho mucho.
Aunque en realidad este ejecutivo no tiene mucha responsabilidad, no
más que el resto de gobiernos con los que ha contado este País. El caso es que
este tema de la abdicación ya se recoge en la Constitución de 1978 y en su
artículo 57, apartado 5, dice que “las abdicaciones y renuncias y cualquier
duda de hecho o de derecho que ocurra en el orden de sucesión a la Corona se
resolverán por una ley orgánica”. Es decir, hemos tenido desde la aprobación de
la Constitución para aprobar una ley orgánica que regulara lo que ahora estamos
viviendo, la abdicación del Rey. Una ley que, en mi opinión, debería haber sido
muy sencilla y que se podría haber limitado a decir que cuando el Rey comunique
su abdicación al presidente del Gobierno, esta se plasmará en un real decreto y
que, el mismo día de su entrada en vigor, el Príncipe de Asturias será
proclamado Rey.
Si esto hubiera sido así, si se hubiera redactado una ley de abdicación,
ahora las Cortes no tendrían que aprobar la renuncia del monarca, porque este
es un acto personalísimo, que no debería requerir de autorización, ¿qué pasaría
si esta ley orgánica no es aprobada?, ¿el Rey no podría abdicar? Lo siento
mucho, pero el proceso en sí me está pareciendo una chapuza, aunque es lo que
hay y poco más se puede hacer.
Y lo mismo ocurre con la sucesión a la Corona, porque el mencionado
artículo 57, en su primer apartado dice que en el mismo grado el varón será
preferido a la mujer. Y ahora resulta que la Infanta Leonor, con toda la
lógica, como primogénita que es, será reconocida como Princesa de Asturias,
cuando su padre sea coronado Rey; y yo me pregunto, ¿qué pasaría si tiene un
hermano varón?, porque con la actual redacción legal este sería el heredero
legítimo. ¿A qué esperan para cambiarlo?
Pues tengan por seguro que no se cambiará, porque prevalecen otros
intereses, por ejemplo el cortoplacismo de nuestros políticos, que no piensan
más allá de las próximas elecciones y en sus intereses partidistas. Si existiera
un proyecto de país serio estos temas llevarían años solucionados, pero no, aquí
preferimos la improvisación, por eso falta un proyecto de País.
Yo para mí que esto que están redactando no es otra cosa que una manera de poder seguir blindado, para que no pueda ni siquiera llamado a juicio.
ResponderEliminarMal favor le hacen a la democracia cuando no podemos ser todos iguales ante la ley.
Si creo que hay un proyecto en este país y lleva tiempo llevándose a cabo y es la de seguir con el caciquismo, y la verdad que lo están bordando. Otra cosa es que nos guste o no.
¡Qué sintonía, amigo Ángel! Puse mi comentario en el Grupo Perio antes de leer tu artículo y ahora veo que coincidí en lo que dices en tu último párrafo. Tal cual.
ResponderEliminarUn abrazo.
Eso se llama sentido común amigo Antonio. Un abrazo!
Eliminar