En cuatro días elegiremos
a nuestros representantes en las Cortes Generales, Congreso de los Diputados y
Senado. Y aunque la soberanía nacional resida en todos y cada uno de los diputados
y senadores, también es verdad que estos se deben a su circunscripción, es
decir, a la provincia por la que han sido elegidos. Pero muchas veces no es
así.
Y no es así por varios
motivos, en primer lugar por la existencia de cuneros, candidatos por una
provincia con la que no tienen ningún tipo de vínculo ni relación; y para
seguir porque en la práctica la gran mayoría de los elegidos se desvinculan de
sus electores hasta las siguientes elecciones. Y eso los ciudadanos no
deberíamos permitirlo.
Y es curioso porque es
algo que ocurre en el Congreso, con listas cerradas, pero también en el Senado,
con listas abiertas permitiéndose elegir a candidatos de diferentes formaciones
políticas, algo de lo que hacen uso muy pocas personas.
El caso es que, en mi opinión,
los votantes deberíamos exigir mucho más a nuestros representantes, ¿cuántos de
vosotros os habéis reunido alguna vez con un diputado o senador para explicarle
un problema?, ¿sabéis la forma de contactar con ellos o si tienen horarios de
visita establecidos en su circunscripción? ¿Cuántos diputados y senadores han
visitado el comercio de una ciudad o pueblo, fuera de periodo electoral, para
interesarse por las necesidades de los comerciantes?, y lo mismo podríamos
decir del resto de empresas, asociaciones, organizaciones y movimientos sociales
de cualquier localidad.
Y lo peor de todo es que
eso mismo se podría aplicar a diputados autonómicos e incluso a concejales de
ciudades medianas y grandes. De los eurodiputados mejor ni hablar.
Y ojalá la irrupción de
nuevas formaciones sirva para que entre todos nos pongamos las pilas y
empecemos a exigir nuevas formas y más atención hacia las personas. Y para
empezar no estaría mal que los nuevos diputados y senadores se recorrieran su
circunscripción para presentarse a la gente y facilitaran horarios de atención
ciudadana. Porque se supone que la política está al servicio de la población.
Urge un cambio de la Ley Electoral -entre otros muchos que necesita el sistema- como mínimo a un sistema mixto en el que, al menos la mitad del Congreso se complete con candidatos de distrito uninominal, que se ganen la confianza de sus votantes en la calle y a los que se pueda acceder libremente y pedirles cuentas si no cumplen lo prometido.
ResponderEliminar¿Cuántos de los votantes ni siquiera conocen al número uno de las listas y no digamos a los que van más atrás?
Ojalá esos partidos emergentes, de los que espero muy poco, sirvan al menos para eso y exijan ese cambio en la citada Ley Electoral.