Hoy recordamos en Desde el
Caballo de las Tendillas y os traemos un artículo publicado en junio del pasado
año, tras la elección de los nuevos alcaldes. Y si hace un año pedíamos que no
gobernaran como vestían, un año después decimos que gobiernan peor de lo que
visten. Ahí es nada… ¡Feliz domingo!
Desde el pasado sábado
estamos viviendo una curiosa pasarela en nuestra España, una pasarela
protagonizada por muchos de los concejales de la izquierda radical elegidos en
las urnas el pasado 24 de mayo.
Y es que no hay más que
mirar las pintas con las que algunos se presentaron a su toma de posesión como
concejales y posterior elección de alcalde para constatar que las cosas han
cambiado en este País. Y en mi opinión han cambiado a peor. Y me explico.
Un concejal es
representante de los ciudadanos de su localidad y el acto de toma de posesión,
de promesa o juramento del cargo, es uno de los más importantes de la
legislatura, por lo que, en mi opinión, requiere una indumentaria adecuada. Eso
de plantarse en chanclas, camiseta y vaqueros está muy bien para salir de paseo
por el barrio o para ir al comercio de la esquina, pero para un acto tan
importante se queda muy corto.
Tampoco voy a ser yo el
que exija traje y corbata, aunque yo sería así como me vestiría para tal
ocasión, creo que sin corbata se puede acudir perfectamente a un acto de esta
naturaleza, pero de ahí a ir de cualquier manera va un mundo…
Y es verdad que el hábito
no hace al monje, y que una persona que toma posesión en camiseta, chanclas o
como sea, puede ser un gran gestor y buen político, pero una cosa no quita la
otra y el respeto a las instituciones, a los ciudadanos, que son a los que
representas, también se demuestra con la vestimenta elegida.
Y hay quien piensa que
criticar el vestir es falta de cultura democrática, que hay que mirar otras
cosas; y discrepo de esa opinión, porque estoy seguro de que en países de
nuestro entorno, en democracias consolidadas, a nadie se le ocurriría vestirse
de esa guisa para tomar posesión del cargo de concejal.
Así las cosas, espero que
no gobiernen como visten, aunque nunca se sabe…
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