Ayer
se reunían en el Congreso de los Diputados los grupos parlamentarios para
analizar el proyecto de ley de Transparencia, Acceso a la Información y
Buen Gobierno.
A
los veinte minutos de iniciarse el encuentro abandonaba la sala el
representante de Amaiur, el diputado Rafael Larreina, que afirmaba que Rajoy
debía aportar claridad y ser transparente en todos los contextos.
Posteriormente,
siguiendo la pauta de los proetarras abandonaban la reunión los diputados de
PSOE e IU presentes, por considerar que "da mala imagen predicar y hacer
otra", en referencia a la negativa continua del presidente a comparecer en
sede parlamentaria para aclarar el escándalo de su ex tesorero, según informaba
El Mundo.
También
se marchaban de la reunión los nacionalistas vascos y catalanes, argumentando
que no tenía sentido mantener una reunión con la ausencia de los grupos de
izquierda, al no poderse lograr un consenso.
Veo
bien que se exijan explicaciones a los dirigentes del Partido Popular, es
necesario que sean claros y sinceros en todo lo relacionado con las denuncias
del Sr. Bárcenas. Estoy además con lo que manifestaba la presidenta del PP
madrileño, Esperanza Aguirre, al decir que "España y los españoles necesitan que nuestro partido esté limpio, que lo diga y que lo demuestre, y si ha habido personas que han caído en la corrupción, lo que tenemos es que descubrirlos y denunciarlos con más fuerza que pueda hacerlo la Justicia", además pedía que se reconozcan las "irregularidades" en financiación si las ha habido y ha apostillado que no le vale "decir que todos los partidos se hayan financiado irregularmente".
Y
comprendo que el PSOE, como protesta, se levante de la reunión, aunque yo jamás
lo haría junto a Amaiur. Pero para levantarse de la reunión, antes, deberían
dar ejemplo, algo de lo que están faltos, ¿por qué Rubalcaba no ha hecho
pública todavía su declaración de la Renta? ¿Por qué exigen transparencia
cuando ellos no la ejercen? Serán cosas de la política.