Ayer en un telediario vi una noticia que me
entristeció. Resulta que se iniciaba en la Audiencia Nacional el juicio contra
los etarras que desde el año 2007 formaban el comando de ETA “Askatasu Haizea”
y durante el juicio, el terrorista Jurdan Martitegi decía estar "muy
orgulloso" de ser militante de ETA, que asume las "acciones
político-militares" de la banda "en su medio siglo de historia"
y que no reconoce a este tribunal "para juzgar la resistencia vasca".
Y digo que me entristeció porque este individuo, de
ser condenado, cumpliría como mucho 40 años de prisión, algo que me parece
indigno, pues me indigna que en este País a estas alturas no esté en vigor la
cadena perpetua y que una persona que se haya dedicado al terrorismo y a luchar
contra España no se pudra el resto de su vida en la cárcel. E igual pienso de
otro tipo de delitos.
Y aunque parece que existe un proyecto de reforma
del Código penal que va a dar entrada a la cadena perpetua revisable, lo siento
mucho pero hasta que no lo vea no lo creeré, porque ya no me fío de nuestros
gobernantes y me espero cualquier cosa, porque no me extrañaría que se buscaran
cualquier triquiñuela jurídica para, a la hora de la verdad, no aplicar esta
supuesta reforma y poder continuar dejando en libertad a los miembros de la
banda terrorista ETA. Porque la reforma del Código penal, ¿en qué consistirá?,
¿la cadena perpetua revisable solo lo será para los delitos de sangre?, ¿o el
mero hecho de pertenecer a una banda terrorista será motivo para esta pena?,
porque a fecha de hoy, aunque ETA sigue operativa y en vigor, dicen que existe
un “alto el fuego”.
En definitiva, que esta reforma de la legislación
penal, como tantas, llega tarde y que entiendo porqué los terroristas de ETA se
dediquen a expresarse de esta forma y a insultarnos delante de los magistrados
de la Audiencia Nacional, creo que saben que en esto sí han ganado.