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domingo, 6 de abril de 2014

MANUALIDADES COLEGIALES, por @PitiFerrer


Cada vez que veo por la calle a un niño con una manualidad camino del colegio, no puedo remediar acordarme de mi compañera de clase Salud Sánchez (nombre inventado para no herir sensibilidades). Por muy bueno que fuese mi trabajo, el suyo siempre era mejor. Que había un concurso... ella siempre ganaba. Y encima, hasta se lo merecía porque era brillante. ¡Ya era hasta cansino!

Y es que lo de las manualidades de la clase de tecnología, que era así como se llamaba la famosa asignatura allá por los 90, era muy frustrante. No importaba lo adelantado que llevases el trabajo que la tarde de antes era apoteósica. Y encima tenía suerte porque las cosas que hacíamos eran normales, no quiero ni pensar que hubiera tenido que hacer una americanada de volcán. A mí me enseñaban a hacer cosas como: un marquito de taracea, una caja decorada con cromos, un cuadro con láminas estilo 3D. Pero ¿un volcán?, ¿para qué querrán los americanos que los niños en los colegios aprendan a hacer volcanes? Y encima ya si echa lava... En fin, luego su educación es mejor que la nuestra. ¿Será porque saben hacer volcanes?


Pero frustración la que sentía una amiga que estaba en otro colegio cuando veía los trabajos de una compañera a la que se los hacía su madre. ¡Y es que estaba cantado!... eso no había quién se lo creyese... bueno sí, la profesora. Mi amiga decía que la madre de la otra cometía hasta pequeños fallos para que pareciese que lo había hecho su hija. Siempre le quedó la duda de si su profesora era muy inocente o lo fingía.

domingo, 8 de septiembre de 2013

CUIDADO CON LOS MANIMANITAS, por @PitiFerrer


¡Cuánto daño ha hecho en las economías españolas programas como Bricomanía o Decogarden! Realmente, cuando ves éstos programas dices “¡bua, que fácil!, ¡eso lo hago yo!”. Claro que es fácil... como que el presentador del programa es un “pofesional” de la carpintería, pintura, electricidad, fontanería etc, etc, etc… ¡Y encima tiene todas las maquinistas, clases de pinturas y productos que puedas encontrar en una ferretería "gratis"! Porque no hay que olvidar que éste tipo de empresas son las que patrocinas esos programas.

Luego, en la vida real, pasa lo que pasa. Hay quienes son unos manitas y ¡hay quien la lía parda!

El manitas, generalmente, como disfruta haciendo trabajos en su casa y busca un acabado perfecto en todo lo que hace, a lo largo de los años ha acumulado un “arsenal” de maquinaria y ha adquirido una serie de conocimientos fruto de equivocaciones, investigaciones y, sobre todo, mucha práctica. Vamos, fácilmente podría trabajar como profesional autónomo.

Otra cosa es el manimanitas que además no es ni aficionado a las manualidades. Éstos, por norma general, encima que no saben, lo suelen arreglar todo yendo a los chinos y, como mucho, a la sección correspondiente de, por ejemplo, por ejemplo, Carrefour. Bueno, y ya es lo más de lo más cuando van al Leroy Merlin. No sé qué opción es peor:

- Porque quien va a los chinos lo que compra suele ser de muy mala calidad. Encima, como no está acostumbrado a utilizar esos materiales, le suelen pasar cosas en plan “se me ha roto el borde del jarrón y voy a comprar un pegamento de esos súper rápidos que lo pegan todo”. Pero todo, todo, todo ¡hasta los dedos! Eso se podría llamar perfectamente el “Síndrome de la taza de té”, con el pulgar y el índice pegaditos y los otros tres dedos tiesos...

- Luego, como he dicho antes, está el que va al pasillo correspondiente de Carrefour y, mirando el precio, compra a su libre albedrío. Oh, oh... PELIGRO-PELIGRO-PELIGRO. Lo de éstos son como las recetas del ¡Hola!: siempre hay uno o dos ingredientes que no hay forma de encontrarlos, son caros o, peor, no se sabe lo que son. ¿Qué se hace? Fácil, se sustituye por otro o directamente no se echa. Resultado: cualquier parecido con la receta original es pura ficción. Bien... pues esto llevado al mundo del bricolaje es lo mismo, con la diferencia de que la comida la tiras y “la obra maestra” tiene que ser arreglada por un profesional del gremio ¡porque eso no se puede quedar así! (ésta frase la suele decir la persona que vive con el manimanitas). Así que, a la factura del Carrefour y a la pérdida de tiempo personal, hay que sumarle la factura oficial del que ha arreglado el desaguisado.

- Y por último, el que decide que su nueva afición va a ser el bricolaje y se va a una tienda especializada para dejarse asesorar por el dependiente cuyo objetivo es vender lo que haga falta y, si es caro, mejor. Pobrecillo, es como un pequeño cervatillo  suelto en mitad de un bosque con lobos... La historia de estos acaba de forma parecida a la de los anteriores...

lunes, 5 de agosto de 2013

VENDER EN LIBERTAD


Hace unos días se hizo pública la intervención de una vecina de Cádiz en un pleno del Ayuntamiento de esta ciudad andaluza reclamando una licencia para poder vender en un mercadillo.

Resulta que Inmaculada Michinina Costas lleva tres años esperando una licencia que le permita vender sus manualidades en un mercadillo que cada domingo se instala en la avenida Gómez Ulla de la capital gaditana.

El vídeo de la intervención me ha llamado mucho la atención y me ha hecho reflexionar. ¿Cuándo se van a eliminar todos los permisos administrativos? ¿son necesarias esas medidas desproporcionadas y obsoletas?

Es cierto que la actividad en un mercadillo se ha de regular y que no conozco el caso concreto de Cádiz, pero ¿tan difícil es encontrar una solución a estos problemas? ¿Por qué no se permite a los ciudadanos comerciar en libertad? ¿Qué molestias causa esta mujer vendiendo sus productos cada domingo en el marcadillo?

Os dejo el vídeo de la intervención de la Sra. Michinina Costas ¿qué opináis vosotros?