lunes, 3 de julio de 2017

SUSANA I DE DOÑANA Y CIERRA TRIANA, por Jesús Castizo


Arde Doñana. Arde parte del corazón de Andalucía y al dolor por la pérdida de parte de tan importante patrimonio hay que añadir el intento de Susanita de sacar rédito y tajada electoral.


Ya es grave la desinformación y desintoxicación en la redes sociales, achacando la responsabilidad del incendio a Gas Natural a través de absurdas teorías conspiranóicas (que ya han sido desmontadas en estupendos artículos como este, mas aun cuando ya parece existir un claro responsable, una empresa carbonera de la zona).

Pero es más grave el anuncio propagándistico de Susana, perjurando que “Ni un solo metro que haya ardido en Doñana va a ser recalificado”, tratando de erigirse en adalid y defensora del parque, cuando tal como se explica en el artículo ya citado es imposible la recalificación de Parques Nacionales (como Doñana), Parques Naturales o Montes de Utilidad Pública, y aun en el caso de espacios que no entren en ninguna de las categorías anteriores, la legislación establece que la recalificación no es inmediata, sino que se ha de dejar un tiempo para comprobar si la zona calcinada se regenera y, en caso negativo, la normativa establece un plazo de 30 años para recalificar un monte como terreno urbanizable. Un anuncio grandilocuente pero vacío de contenido y totalmente inútil.

Y la guinda del pastel en este sinsentido ha sido la publicación de un anuncio por parte de la Consejería de Medio Ambiente para la captación de voluntarios para la “recuperación del terreno afectado en Moguer (Huelva)”. En lugar de dedicar recursos y dinero del presupuesto público a esta recuperación, resulta más fácil apelar a los buenos sentimientos de este sufrido pueblo para que haga de forma gratuita lo que debería ser un trabajo remunerado. ¿Imaginan que lo que hubiera ardido fuera el Parque Güell? ¿Habría la Generalidad apelado al trabajo de voluntarios o hubiera puesto de forma inmediata encima de la mesa el dinero y los recursos para devolver su esplendor a este tesoro cultural..?

Señora Susana, yo he participado junto a mi hijo en dos ocasiones en jornadas de reforestación de la riberas del Guadaíra, aportando el trabajo voluntario de ambos, pero siempre bajo las órdenes de un equipo de profesionales que nos indicaban como, donde y en que lugar colocar los jóvenes árboles o arbustos, habiendo ellos realizado el grueso del trabajo de forma previa y poniendo a nuestra disposición los recursos necesarios (agua, azadas, etc...).

Así se hacen las cosas señora Susana, a su manera mejor no….

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