Leí
ayer en El Confidencial Digital (www.elconfidencialdigital.com)
la siguiente noticia: “Rubalcaba presiona
a periodistas de ‘izquierdas’ para que no le critiquen en las tertulias”.
El
titular lo dice todo.
Resulta
que el líder de la oposición se dedica a llamar a periodistas cercanos, de
izquierdas, para reprocharles las críticas que puedan hacer de él y de su
gestión al frente del PSOE.
Estos
hechos son de una gravedad importante y, sin ánimo de generalizar, me temo que
es una conducta normal entre muchos políticos de nuestro País.
Muchos
políticos viven en su nube ajenos a la realidad social, acostumbrados a hacer y
deshacer, a que nadie les lleve la contraria, pensando que un café cuesta 80
céntimos, y que todo el mundo gira en torno a ellos. La actitud de Rubalcaba es
consecuencia de esta forma de vivir.
El
Sr. Rubalcaba, como tantos otros políticos, no estará acostumbrado a que le
critiquen y cuando esto ocurre le sienta muy mal, tan mal como para llamar a
periodistas y pedirles explicaciones, además de presionarles para que no le
vuelvan a criticar.
Lo
que no entiendo es como los periodistas y los medios de comunicación no lo
denuncian. No denunciarlo es entrar en su juego, aceptar las presiones
políticas como algo normal. En una democracia seria y consolidada no se
permitirían estas actitudes, pero en el ámbito periodístico parece que también
hay clientelismo.
Después
de esto, ¿quién piensa que Rubalcaba no manipuló e intervino en RTVE cuando era
vicepresidente?
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