Se
cumplen dos años de la llegada del Partido Popular a la alcaldía de la ciudad
de Córdoba. Dos años en los que han ocurrido muchas cosas y que han pasado muy
rápido. Dos años en los que la Ciudad no ha cambiado mucho, primero porque no
ha dado mucho tiempo y, segundo, porque hay mucho que arreglar.
Esto
es algo que ha ocurrido en muchas localidades, en muchas comunidades autónomas y
también en el Gobierno central. La izquierda, por lo general, viene a
despilfarrar (¡cómo el dinero público no es de nadie!), a gastar sin medida, a
subvencionar a discreción… y luego han de venir los populares a poner la cosas
en su sitio, a ordenar las cuentas.
Pero
volviendo a Córdoba, una Ciudad que ha sufrido las políticas de la izquierda, y
es que salvo el oasis que se vivió en la Ciudad de los Califas con el Gobierno
local de Rafael Merino, todos los demás alcaldes (y alcaldesa) de Córdoba han
sido de Izquierda Unida. Y salvando algunas cosas, como la etapa del socialista
José Mellado al frente de la Gerencia Municipal de Urbanismo y los cambios que
propició en la Ciudad, poco más se ha hecho.
Los
gobiernos locales de Izquierda Unida se han dejado llevar, poco más, siempre
han carecido de ideas, de fuerza, de coraje para levantar y situar en el mapa a
una de las quince ciudades más grandes de España. Algo que sí está sabiendo
hacer José Antonio Nieto y su equipo, pese a la situación que se han encontrado.
Porque gobernar en esta época un municipio debe ser de lo más difícil que se
pueda hacer en política.
Y
José Antonio Nieto lo está consiguiendo con buena nota, pese a algún borrón,
que todo hay que decirlo. Las circunstancias aprietan y es el momento de
ordenar, de limpiar la casa, de poner las cosas en su sitio, de construir
nuevos pilares; algo fundamental si queremos mejorar. Pero el tiempo pasa muy
rápido y ya solo quedan dos años de legislatura, por lo que en estos dos
próximos años se ha de empezar a ver el trabajo realizado, se ha de empezar a
recoger lo sembrado.
Estos
dos años han servido para poner la Ciudad en orden, para darle lógica y sentido
a los servicios prestados por el Ayuntamiento, ahora toca seguir trabajando
para volver a situar a Córdoba en el mapa, en el lugar que se merece, para que
nuestra Ciudad sea tenida en cuenta y valorada en muchos sectores en los que
tiene mucho que decir.
No ha cambiado nada de nada lo único que ha cambiado es que los voceros del PP están callados, nada más. Hay el mismo paro que antes, y sin solución.
ResponderEliminarPerdona, no hay el mismo para que antes HAY MÁS y, con esas políticas laborales que aprobó el PP en su momento, probablemente seguirá aumentando.
EliminarEso sí, nuestro alcalde y su equipo muy buenos sueldos que tienen. Ahí no hay recortes, los recortes, el echar gente a la calle y apretar el cinturón para los cordobeses. De todas formas, yo lo entiéndo, tiene que aprovechar porque van a tardar mucho en verse en otra igual. Sobre todo teniéndo en cuenta el bagaje profesional de muchos de ellos (os invito a que leáis sus currículum en la web del Ayuntamiento), empezando por el alcalde que dice que es abogado. Y yo me pregunto ¿ha ido a algún juicio en su vida o ha ejercido la profesión? porque una cosa es ser abogado y otra muy distinta es ser licenciado en derecho.
Angel, como broma está muy bien. Me imagino que el post de hoy está escrito con mucha ironía porque en una ciudad donde cada día hay más parados y cierran más empresas ES DE VERGÜENZA y poco éxito político veo yo ahí. Que hasta Zara está cerrando tiendas en Córdoba. ¡Ah! y los patios-cruces-feria ya estaba inventado, con una ocupación hotelera más importante que la de éste año.
ResponderEliminarÉste muchachito hay muchas -demasiadas- cosas que está haciendo mal pero "ya pagará el francés el vino que se bebió...".
Desde luego a IU le va a venir muy bien el cierre del grifo.
Para terminar, en las próximas elecciones prefiero votar a Mickey Mouse que ha éste niño (al que por cierto le gustan mucho las fotos).
Tres respuestas de "progres-perroflauticos" y las tres ANÓNIMAS, sin loguarse.
ResponderEliminarLa cobardía de estos perro-flautas no tiene parangón.
Y todo para soltar rebuznos.