A
estas alturas de travesía del desierto no todo iba a ser negativo. En el largo
camino para “emprender” en esta España también hay quien ayuda. Puede que haya
luz al final del túnel, y que esta vez no sea que es que estás en un pozo.
La
yihad empresarial te lleva a olvidarte de los palmeros, a ignorar a los que te
cierran la puerta, a valorar a la poca gente que te apoya. Porque sí, estás
solo, bueno… casi solo. No
vendrá ayuda de los grandes anuncios, ni de las campañas de ayudas o apoyos,
incentivos, incubadoras, aceleradoras de proyectos, y demás bla bla bla…
Esa
ayuda vendrá de proveedores que te darán precios, como si fueses un gran
comprador, porque creen en ti, de algunos funcionarios o quasifuncionarios que
no siguen la inercia de la burocracia, de abogados y profesionales que te
aconsejan sabiendo que durante años no necesitarás sus servicios, compañeros de
estudios que dieron el salto, o aquel compañero de trabajo que sabía utilizar
aquel programa raro, que ahora tú necesitas. Serán pocos, no los defraudes.
Seguramente no eran con quienes te tomabas las cañas al terminar tu jornada
laboral, ni eran los más simpáticos, pero son los que están ahí.
Otros
te desearán “que te vaya bien… y luego me colocas”. La primera vez te quedarás
perplejo, pero acostumbra tus oídos. En mi caso lo he oído ya más de 100 veces.
De esas 100 veces, solo 2 o 3, añaden “pero si necesitas algo… aquí me tienes”.
Lamentablemente es tan natural, que te ocurrirá en situaciones poco habituales,
a mí, desde una persona que estaba sentada junto a mí en una conferencia, o con
un funcionario de esos que trata tan “aterciopeladamente”. Lo mejor es el tono,
parecido al del viejo chiste aquel de “entra tú, que a mí me da la risa”.
Pero
seguirás adelante… Necesitarás gente, comerciales en mi caso, y habrá días que
llegues a casa después de escuchar historias personales duras, demoledoras,
familias con todos los miembros en paro, parados de muy larga duración, gente
que ha estado en lo más alto, y ahora no puede afrontar llegar a mediados de
mes, profesionales como la copa de un pino que cumplían objetivos hasta el día
N-1 en que los echaron… Y suelen ser estos quienes más te hacen seguir adelante,
porque ves que, a pesar de los reveses, siguen teniendo ganas, ilusión, y están
dispuestos a empujar con lo que tienen, con lo poco que tienen…
Es
entonces, cuando, también por ellos, ves
que tiene sentido seguir adelante, superar todos los obstáculos, promesas
incumplidas, pellizquitos de monja, y p*!adas varias… y seguir con la yihad
emprendedora.
Solo un pequeño "pero". Eso de la "yihad" no me parece nada acertado.
ResponderEliminarLa yihad como cualquier cosa que huela a Islam, solo puede ser NEGATIVA.
Es una palabra que no debería existir porque el Islam no debería existir.
Es una palabra que uso para expresar aquellas cosas en las que insistes. A pesar de que te den ganas de mandarlo todo a @&#¥^
ResponderEliminarHablando con una musulmana me explico que para los musulmanes no violentos no significa sino persistencia, fe, determinación...Aunque a lo mejor lo0 entendí mal o me quería engañar. Así que prefiero mi anterior versión.
muchas gracias
Fdo. El autor de la fechoría
Muy bueno Angel, me gusta mucho, que bien has descrito la situación. Feliz Navidad.
ResponderEliminarGracias Javier, pero no soy yo el autor de esta entrada. Un saludo y feliz navidad!!
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